Esta madrugada dormiremos una hora menos en Ceuta porque toca mover las agujas del reloj. El horario de invierno
que comenzó el pasado mes de octubre finaliza este fin de semana, de forma que a las 02:00 de la madrugada del sábado 25 al domingo 26 de marzo habrá que adelantar los relojes una hora, hasta las 03:00, según lo establece una directiva europea que deben cumplir todos los Estados miembro.
Esta medida, pensada inicialmente para ahorrar
energía y adaptar las actividades cotidianas a las horas de luz, ha generado en los últimos años una controversia sobre cómo de efectiva resulta para la reducción del consumo y, como contrapartida, cuánto desestabiliza la salud de los ciudadanos. Según la directiva europea 2000/84/CE, los Estados miembro deben atrasar y adelantar los relojes dos veces al año: se atrasan cuando se entra en horario de invierno y se adelantan cuando se da la bienvenida al de
verano. De este modo, a partir del próximo domingo amanecerá mas tarde y las tardes serán más largas porque se ganará una hora más de luz.
Asumir un único huso horario
En 2018, una consulta pública organizada por la
Comisión Europea reveló que el 80 % de los 4,6 millones de personas que participaron estaba a favor de terminar con el cambio horario. En España, donde hoy conviven dos husos horarios -el peninsular y el de Canarias-, se creó en septiembre de 2018 un comité de expertos que sugirió abandonar el sistema actual y asumir un único huso horario para todo el territorio, que sería el de Canarias, alineado con Portugal y con el Reino Unido. Pese a la presión por parte de algunos Estados miembro, se decidió mantener de momento el cambio estacional de horario, que se aplica los últimos domingos de marzo y de octubre.