No es algo nuevo, y precisamente por eso causa mayor indignación entre los funcionarios. Las continuas caídas de los sistemas informáticos Minerva y Lexnet están a la orden del día. Ayer volvió a suceder en Ceuta, como también en otros territorios del Ministerio como Melilla o Baleares, además de Castilla La Mancha y León. Nada funcionaba y cualquier trámite que quisieran llevar a cabo los funcionarios quedaba anulado al bloquearse las aplicaciones con las que trabajan. También registró problemas la propia web oficial de Justicia, quedando en el aire el funcionamiento en los territorios dependientes del Ministerio.
Nada nuevo bajo el sol, otro despropósito más que ralentiza el trabajo y que pese a las críticas vertidas y las exigencias de mejora no se solventa.
En esta ocasión se produjo una caída del sistema que se emplea para realizar las distintas gestiones, lo que provoca que no se pueda avanzar en el registro de las acciones que llevan a cabo. Al final se acumula el trabajo y todo redunda, de forma indirecta, en el propio ciudadano.
Sindicatos como CCOO-Justicia han reprochado en cuantiosas ocasiones el caos derivado de la mala gestión del Ministerio con aquellos territorios que, como Ceuta, dependen de él. Ya no solo por este caso concreto. Se han producido situaciones esperpénticas de arriesgarse la celebración de juicios por la falta de una pieza al no gestionarse la existencia de repuestos suficientes.
CCOO-Justicia ha denunciado en cuantiosas ocasiones estos bloqueos
Y a esto se suman los problemas constantes de conexiones, fallos en el sistema de grabación, imposibilidad de hacer videoconferencias... todos ellos puestos en conocimiento del Ministerio a través de la Gerencia Territorial sin que se hayan acometido arreglos o se hayan subsanado de manera definitiva los fallos para que no vuelvan a producirse.
Las distintas instancias judiciales han dado parte por escrito de todo esto, mientras que en el ámbito sindical -en defensa de los derechos de los trabajadores- CCOO-Justicia ha publicado cada uno de estas deficiencias con el ánimo de que terminaran. No ha sido así hasta el punto de que la misma cantinela sigue cobrando el protagonismo judicial y no precisamente para bien.