El
cable eléctrico submarino que permita a la ciudad autónoma dejar de ser una isla energética debería comenzar a instalarse este año en el mejor de los escenarios contemplados, según
las proyecciones que en octubre de 2019 trazó para esa inversión el director de Red Eléctrica Española en Andalucía, Ceuta y Melilla, Miguel González.
La nave oceanográfica noruega ‘Stril Explorer’, un buque equipado con algunos de los sistemas de exploración subacuática más avanzados del mundo, hizo en diciembre de ese mismo año en la bahía sur y el entorno de Punta Almina las prospecciones científicas de exploración para el tendido conectaría la playa de El chorrillo con el litoral de La Línea de la Concepción (Cádiz), aunque
el Ayuntamiento de esa localidad gaditana presentó una alegación en contra del proyecto en febrero al entender que no queda acreditado que dicho proyecto sea inofensivo desde el punto de vista medioambiental, debido a su afectación sobre la pesca local y a las especies protegidas únicas existentes en el ecosistema linense.
A la espera de que se despejen todas las incógnitas pendientes, Endesa considera que su puesta en funcionamiento es clave para poder tener en el horizonte de 2040 un sistema energético descarbonizado y sostenible en la ciudad.
Según la empresa “cubriría la práctica totalidad de la demanda con importación de renovables desde la península” y “se complementaría fundamentalmente con autoconsumo, ya que existe una importante limitación de espacio para desarrollar instalaciones a gran escala”.
No obstante, “aunque se ponga en funcionamiento dicha interconexión, será imprescindible mantener capacidad de generación firme para funcionar en caso de incidencia en el cable submarino”, algo que ya se ha dado en la interconexión entre España y
Marruecos.
Grupos térmicos de gas natural serían “la opción más razonable durante los primeros años” debido a su menor coste de adaptación y a la disponibilidad de combustible. A más largo plazo se plantean otras tecnologías como hidrógeno o combustibles sintéticos, en función de su desarrollo y viabilidad económica.
El Gobierno de Ceuta ha iniciado la elaboración de un Plan de acción ecológico para la mejora de la calidad ambiental en la ciudad. Entre las líneas de actuación que se contemplan se incluyen medidas para mejorar la calidad del aire, el autoconsumo y la eficiencia energética en edificios.
Endesa calcula que una electrificación completa del consumo de energía final en Ceuta y Melilla dentro de dos décadas implicaría un incremento de la demanda eléctrica en estos sistemas desde los 420 GWh al año actuales (aproximadamente 210 GWh en cada una) a 850 GWh, lo que supondría un incremento anual de alrededor de un 3,5%, sobre todo por la electrificación del transporte ligero.