Las líneas de Caballas para reformar el Reglamento pasan por plasmar la distribución de competencias entre la Asamblea, el Consejo de Gobierno y el presidente; modificación del procedimiento de aprobación de los reglamentos, que en la actualidad es excesivamente largo y complicado; modificar el sistema de elección de vicepresidentes, al considerar que la oposición debe estar representada; regulación de la posibilidad de que los grupos puedan enmendar las propuestas elevadas a Pleno (en la actualidad no existe tal posibilidad); modificación de algunos puntos del régimen de los debates, para dotarlo de mayor fluidez y agilidad, y promover la participación de todos los diputados en los debates plenarios.
También apuesta por modificar el tratamiento del “diputado no adscrito”; modificar el régimen aplicable a los “Grupos Políticos”, de forma que todos los partidos que obtengan representación tengan derecho a formar Grupo Político, independiente del número de diputados; variar cuestiones relativas al régimen de los diputados: modificar el régimen sancionador de los diputados, régimen de compensaciones económicas; reducción a un mes el plazo para la celebración de los plenos extraordinarios y las comparecencias de los miembros del Consejo y modificación del modelo de sesión plenaria ordinaria, celebrándose dos sesiones mensuales.
Sesión de proposiciones en las que se someterán a consideración del Pleno todas las propuestas presentadas por los Grupos Políticos con, al menos una semana de antelación. Se suprimen las “propuestas de urgencia”
Sesión de fiscalización en la que el Gobierno responderá a las interpelaciones presentadas por los grupos con, al menos, una semana de antelación.