Caballas plantea sustituir el espíritu luso por la españolidad de Ceuta

La coalición propondrá mover el Día de Ceuta a otra fecha y sugiere que sea el 13 de febrero ya que en 1668 se firmó el Tratado de Lisboa.

Caballas fijó ayer su posición en torno a la celebración del Día de Ceuta de cara al futuro y se mostró contrario a la forma de concebir esta efeméride que tiene la Ciudad Autónoma. La formación localista planteará mover la fecha del 2 de septiembre al 13 de febrero “como mera sugerencia” ya que ese día de 1668 se firmó el Tratado de Lisboa, por el cual se determina que Ceuta es española.
La coalición apostó por “ensalzar aquello que nos une a todos los ceutíes: nuestra españolidad”. Este argumento llevará a Caballas a plantear en la próxima sesión plenaria, como iniciativa, que el Día de Ceuta sea la fecha en la que adoptó esa españolidad, “el instrumento que nos hace convivir, construir una ciudad, reflejamos nuestra sociedad, identidad y cultura”.
Este razonamiento, “políticamente inapelable”, apuntó Caballas, busca aquello “de lo que nos sentimos más orgullosos y que no excluye a nadie”. Para los localistas quedó claro que la “invasión” portuguesa “no satisface a todos los ceutíes”. Motivo por el cual, consideró el diputado, “no podemos decir que es de todos si hay un amplio sector de la población que no está conforme”. La españolidad de Ceuta, remarcaron Ali y Aróstegui, “no tiene discusión” y es una cuestión en la que “todos tenemos que ser militantes”, “sin fisuras”, puesto que ésta “no se critica desde una ideología concreta, sino que es transversal y hay muchísimas personas que la cuestionan abiertamente”.
En los 90, la Corporación Municipal se inclinó por elegir el 2 de septiembre porque, ese mismo día de 1415, el rey Juan I de Portugal decidió abandonar Ceuta y dejar al mando de la plaza a Pedro de Meneses.
Mohamed Ali, portavoz de Caballas, señaló que el Día de Ceuta tiene que tener una doble finalidad. Una de carácter “reivindicativa” sobre cuestiones “justas y legítimas” ante el Gobierno de la nación para resolver las “carencias” que percibe en la ciudad: travesía del Estrecho; desarrollo económico; Ceuta como ciudad autónoma; tratamiento singular y sensible hacia la frontera y la inmigración, entre otras. El político valoró que “hoy día” no tiene este rasgo porque el “Gobierno del Partido Popular se limita a convocar un acto para dar medallas y nada más”. La segunda finalidad es “participativa”, indicó Ali, ya que su partido echa en falta que sea una jornada en la que la ciudadanía “sea la protagonista de su día”.

Ciudad del “alcanfor”
Juan Luis Aróstegui, diputado en la Asamblea, lamentó que unas asociaciones culturales privadas, con pocos medios, organizaron un evento de tipo multicultural como Tingitana, “pero comparen qué ha hecho el Gobierno de la Ciudad con sus 259 millones de presupuesto, sus miles de funcionarios y todos los medios a su alcance”. Describió los actos de ayer como una entrega de medallas “con desganas, que no dicen nada a nadie y un discursillo manido, oído ya mil y una vez sin ningún ilusión”, en definitiva, “la Ceuta del alcanfor”.

Fiesta del Cordero y final del Ramadán como festivos

La coalición avanzó que su propuesta de calendario laboral para 2016 incorporará, si el Gobierno y el resto de la Asamblea acepta atender el “criterio de la españolidad como vínculo común de todos los ceutíes”, el 13 de febrero como Día de Ceuta en principio “festivo, pero esa no es la cuestión fundamental”. Del mismo modo, Caballas incluirá como festivos no solo la Pascua del Sacrificio, sino también el final del mes de Ramadán. Y, añadió Aróstegui, “cuadrará ”. Por otra parte, el diputado matizó que la Fiesta del Cordero “no ha sustituido a nada”, un planteamiento que tachó de “falso” porque se aprueban “paquetes completos anuales” –ocho festivos inamovibles y seis autonómico. Aróstegui atribuyó estas aseveraciones al “racismo”.  

De la “patochada” a los actos académicos, culturales y artísticos 

Ali advirtió ayer por la mañana de que Caballas se negaba a participar en los actos por el Día de Ceuta, que calificó de “patochada planteada por el Partido Popular en los últimos años”. Por su parte, Aróstegui insistió en que esta celebración tiene que “cambiar radicalmente” con un conjunto de actos, de participaciones, conferencias, debates, expresiones culturales, artísticas, deportivas… De cualquier índole que pueda hacernos a todos sentirnos orgullosos de ser de Ceuta y ser una exaltación del ‘ceutismo’”.