La historia de Mohamed Ahmed, el joven que permanece detenido en Tetuán tras defenderse de quien, a golpe de catana, quería robarle la moto en el zoco de Castillejos, ha vuelto a abrir el debate sobre la desorientación que marca a las familias de estos detenidos que ni saben a quién dirigirse ni la forma que tienen de ayudar a defender la inocencia de sus cercanos.
Caballas ha propuesto que haya una mayor implicación de las partes que algo tienen que decir ante sucesos de este tipo, ya que a cualquier ciudadano le puede ocurrir lo mismo que a Mohamed, sin saber qué hacer o en dónde encontrar ayuda.
La coalición considera que sería necesaria la puesta en marcha de un protocolo para que instituciones como el Consulado español en Marruecos así como la Delegación del Gobierno puedan, sencillamente, atender los casos de los ceutíes detenidos al otro lado de una forma más específica. Y es que, en el caso por ejemplo de los musulmanes, la problemática es mayor, ya que Marruecos los considera marroquíes así que el Consulado no tiene información de que hay un español preso hasta que la familia acude a dar la oportuna voz de alarma. Lo que solicita Caballas es la puesta en marcha de un sistema para que los ciudadanos españoles de Ceuta sepan cómo afrontar estas situaciones. Casos en la historia reciente hay muchos, todos protagonizados por ceutíes que fueron acusados injustamente de una serie de delitos y fueron presos mientras sus familias, en Ceuta, no sabían qué hacer. Muchas de estas historias se han publicado en ‘El Faro’, salvavidas de estas familias al que acuden con la idea de publicitar la detención para que se conozca la injusticia vivida. Es así como las autoridades han tenido conocimiento de estos arrestos porque incluso ni del propio Consulado se da traslado de esas detenciones. El propio ex delegado del Gobierno, José Fernández Chacón, quien se implicó personalmente en ayudar a que un taxista de Ceuta fuera liberado tras ser injustamente encarcelado, se tuvo que enterar de la historia leyendo el decano.
Caballas apuesta porque situaciones así no queden en el aire, o en la buena voluntad o disposición de los gobernantes, sino que haya un protocolo que se active en el momento en que una familia se encuentra desesperada sin saber cómo ayudar a quien termina preso en Marruecos. En el caso de Mohamed Ahmed, vecino de Juan Carlos I, ha terminado detenido después de que él mismo acudiera a la Policía a denunciar que le habían intentado robar su moto amenazándole con una catana. El joven Ahmed tuvo que defenderse para evitar que le agredieran y al final ha terminado en la cárcel, a la espera de que en el juicio que tendrá lugar este miércoles se aclare toda la historia.
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