Hay personas que dedican parte de su vida a una pasión y es que no saben vivir sin ella. Son partes fundamentales para el desarrollo de muchos jóvenes ya que cuentan con la atención adecuada las 24 horas del día. En Ceuta Mohamed Buzikri es, sin duda, una persona así. Lleva toda una vida ligado al fútbol y desde siempre se ha preocupado por que todos los niños tengan la oportunidad de vestir una camiseta de fútbol.
Buzikri ha estado con FaroTV para hablar de su dilatada trayectoria y advierte que todavía le queda mucha vida ligada a los banquillos de los equipos de fútbol de Ceuta. “La verdad que no me acuerdo ni cuándo empecé después de tantísimos años (ríe). Al principio en barriadas de la periferia de Ceuta cuando era un deporte más de calle. Como cualquier joven de aquella época jugábamos en cualquier esquina”.
Los inicios no fueron nada fáciles, ya que eran tiempos en los que no existían ni muchos campos, ni muchos clubes. “Poco a poco empezamos a jugar torneos, pero era difícil jugar la Liga ya que había pocos clubes y a los que había no les daban oportunidades a todo el mundo. Me llegó la edad de irme a estudiar fuera y fue cuando estuve un poco más desconectado del mundo del fútbol”.
Todo eso cambió, cuando volvió en los años 90 y ahí comenzó su dilatada trayectoria. “Empezamos a jugar en la Regional. Sacamos un equipo entre amigos para poder estar en esa Liga. Más tarde un amigo me dijo de sacar un equipo y ahí fue cuando empecé a ser entrenador. Era un niño y los jugadores eran más mayores que yo. El equipo era Poblado Regulares, entre muchos amigos hicimos una recolecta para poder sacar adelante el proyecto”.
Su mejor recuerdo fue cuando empezó con los niños pequeños con el fútbol base. Fue cuando se empezaron a crear clubes como el Sporting para darle oportunidad a niños de la periferia que tenían muchas menos opciones. “Esos años fueron muy bonitos. Le enseñaba a esos niños cosas que en otros equipos no podían aprender. Otros clubes buscaban solo ganar los campeonatos y había muchos niños que no tenían esa opción. Había muchos que no tenían ni para poder vestir una camiseta. Me acuerdo de que ponía a algún niño a jugar y en vez de ponerse a correr, se ponía a mirar a las gradas porque estaba emocionado. Así es como más útil me sentía”.
Buzikri reconoce que todo eso ha cambiado, que el fútbol de ahora no es el de antes y tampoco el ambiente que se respiraba por aquellos años 90. “El fútbol ha cambiado mucho, ya los niños de hoy tienen mucho más recursos. Me saqué los títulos y llevo unos años enrolado con equipos en Liga Nacional y División de Honor, que ya son categorías en las que hay que competir y solo valen los resultados. La verdad es que me quedo con esos años en los que estuve con prebenjamines”.
Buzikri siempre se ha preocupado por la educación de esos niños, lo que considera parte esencial para seguir creciendo en la práctica del fútbol. “Siempre he intentado que los niños, a través del fútbol, busquen una personalidad, una educación, algo que les pueda servir en un futuro. No todo vale para ganar, hay que tener unos valores ya que es una parte fundamental para el desarrollo futbolístico y personal del crío”.
Un amante del fútbol al que, por fortuna, le quedan muchos años en los banquillos de Ceuta.
Buzikri, un educador
Mohamed Buzikri lleva toda una vida ligada al mundo del fútbol. Eso sí, su obsesión no es otra que educar a los jugadores con los que trata cada día para que crezcan personalmente y puedan desatollar una vida. Es consciente de lo complicado que es llegar a que un jugador se convierta en futbolista profesional y pueda vivir de ello. Por eso les inculca los diferentes valores y les anima a seguir estudiando para labrarse un futuro.
“El objetivo no es otro que educar. Intento siempre hablar con ellos de su vida, no solo de fútbol. Dar consejos e incluso ellos me preguntan para orientarles porque saben que me preocupo. Muchos de ellos me llaman y me dicen que no pueden venir a entrenar porque tienen un examen importante al día siguiente y soy el primero en decirle que se queden en su casa estudiando, porque eso es lo primero. Antes cuando yo era joven, si una persona no tenía estudios no era tan diferente, pero ahora un chaval de 17 años sin estudios es muy complicado que tenga una vida profesional con futuro”.
El fútbol, su vida
Buzikri ha asegurado a El Faro que seguirá muchos años ligado al mundo del fútbol. Es su pasión y es consciente de que no podría vivir sin él. Todos los años acaba cansado después de una temporada larga y dura, pero siempre saca fuerzas. También influye que cuenta con el apoyo de sus hijos y de su mujer.
“La verdad es que sí, que quiero seguir muchos años ligado al mundo del fútbol, incluso me gustaría volver a entrenar a niños pequeños donde fui tan feliz. Cada vez que termina una temporada le digo a mi mujer que voy a descansar, que estoy quemado, y ella se echa a reír porque sabe que en el fondo no lo voy a dejar. Ya cuando llega agosto, empiezan las llamadas de preparar la pretemporada y otra vez sigo enrolado en esto. Es mi vida, me gusta mucho y la verdad que soy feliz haciéndolo. No hay una cosa mejor que poder darle una educación a esos niños y que además se diviertan realizando algo que les apasiona como es el fútbol”.
Valores
Mohamed Buzikri lleva toda una vida alrededor de un balón. No entiende su vida sin esta modalidad deportiva, y siempre ha querido trabajar con las personas con menos recursos para que tengan la misma oportunidad que otros niños.