Mohamed Dezzaz no conoce el paradero de su hermano Yassin desde hace tres días. Su familia trata de localizarlo desde que se marchó de su hogar con la supuesta intención de llegar a Ceuta a nado. Solo saben que estaba acompañado por dos jóvenes con los que llegó hasta las playas cercanas a
Castillejos, desde donde
se arrojó al mar. Sus dos acompañantes decidieron renunciar
al temer verse arrastrados por la marea de forma peligrosa, pero según su testimonio Yassin, de 17 años, persistió en el intento y le perdieron la pista. El joven, que estudiaba en un instituto, vivía hasta la fecha con su familia en la localidad marroquí de
El Yadida, cerca de Casablanca. Su hermano desconoce la razón por la que decidió emprender esta travesía migratoria que tantos jóvenes han realizado. Mohamed piensa que quizá lo ha hecho para buscar un trabajo en la ciudad caballa, donde tiene “muchos amigos”. “Mi madre está muy preocupada”, traslada Mohamed en inglés. Les inquieta la
desaparición del joven y desde este jueves tratan sin éxito de tener noticias por todos los medios posibles. No se despidió. Yassin no dio ninguna señal sobre sus intenciones, pero sus familiares saben que salió de casa con alguno de los “varios” trajes de neopreno que tiene. El joven mide 1,84 centímetros y pesa unos 63 kilos. La familia pide la colaboración de la ciudadanía para saber alguna pista sobre dónde podría encontrarse.
Menores desaparecidos
La desaparición de este joven es una historia ya repetida. Episodios que tienen tras de sí a familias preocupadas que buscan a sus hijos y hermanos incansablemente. Desde que comenzó este año el Servicio de Protección a la Infancia se ha hecho cargo de más de 210 jóvenes, en su mayoría marroquíes entre los 16 y los 17 años. La Ciudad ha habilitado
el número (+34) 956 528263, un teléfono para facilitar la búsqueda de menores desaparecidos. La administración local ofreció también un número de teléfono tras la crisis migratoria de mayo de 2021, que dejó más de mil niños solos desamparados en la ciudad. Entonces fueron más de 4.000 las llamadas recibidas en apenas 72 horas, por lo que el Ejecutivo autonómico llegó a considerar la posibilidad de canalizar una parte hacia el 112.