Los resultados de las últimas elecciones celebradas en la Comunidad Autónoma de Madrid, en clave nacional, tal y como las ha elegido el necio presidente que nos acompaña por algún tiempo, más del innecesario, creo que no pueden ser en modo alguno reflejo de lo que sucedería en una elecciones generales en relación a la derecha, porque lo mismo que en Madrid, se ha votado libertad apuntando a Ayuso, si el político hubiera sido Casado, la libertad hubiera estado muy menguada y creo que los electores no hubieran apuntado con la misma fineza al candidato a presidente. Y es que hay momentos en los que la sociedad necesita saber cuál es el rumbo verdadero, no vale con decir rumbo al este, si no se va decididamente al este, porque el viento puede hacer que finalmente el rumbo varíe entre el nordeste y el sureste, si uno no se aferra muy bien al timón, ya que la ciudadanía en este momento necesita firmeza en los principios, claridad de ideas y una buena gestión en el desarrollo de la mismas.
En la campaña electoral madrileña, los partidarios de partidos de la derecha, sus dirigentes y militantes, de una u otra forma han “gozado” de todos los ataques posibles pergeñados desde los laboratorios de la Moncloa, en una lucha zafia con la desgracia de presidente de gobierno al frente, que al ser el candidato virtual de su partida y trampantojo del “Soso” oficial, se ha enfrentado a la Presidente Ayuso, cosechando finalmente una gran derrota, a pesar de todo el poder exhibido y los medios con que ha contado. El Maniquí, independientemente de que hubiera campaña electoral o no, ha salido en todos los medios cuantas veces ha deseado, intentando explicar una y otra vez, hasta nueve, su programa económico ilusorio con el que nos vamos a encontrar enseguida en cuanto se abra la espita del maná que los pobres del norte de Europa van a soltar para los listos españoles, y si encima estamos vacunados, ¿qué hace una derecha como esta en un lugar como ese? Todo ello bien sazonado con las encuestas del CIS, otrora un referente necesario en la sociedad para utilizar las políticas más apropiadas de un Gobierno que se preocupase de sus ciudadanos y ahora al servicio del poder sin importar lo que piensen los ciudadanos sino lo que tenga que decir al ejecutivo para seguir manteniéndose en el poder, y ahí está un tal Tezanos, que se equivoca, eso sí , espléndidamente. Pues a pesar de tanto poder no han podido desbancar a la derecha del poder en Madrid, ni Tezanos, ni Redondo ni Sánchez han podido con la claridad de ideas de la Presidente frente a la pandemia que ha sido persistente en la aplicación de medidas sanitarias basadas en los consejos de los científicos que conocen el desarrollo del virus. Así construyó hospitales para atender específicamente a enfermos contagiados, cerró barrios en los que la incidencia de los contagios era mayor, abrió los colegios, la hostelería y los comercios ,con las medidas adecuadas, vacunó con la rapidez que le permitía la llegada de vacunas ya que el tal Sánchez se subrogó en monopolista de las mismas, pidió que las empresas pudieran vacunar a sus empleados y familiares, sin conseguirlo por la ceguera clásica del socialismo en cuanto a la falta de libertad, en fin una panoplia de medidas a las que añadió el eslogan : “Comunismo o Libertad”, que incluye dentro de lo comunista al socialismo, al anarquismo, al nacionalismo y al separatismo, todo lo que supone falta de libertad. Y hecho desde el sentido común de ella y sus consejeros, sin necesidad de Pablo Casado y sus mariachis, demostrando con ello mucha más inteligencia que sus adversarios. Señores de la Moncloa y de Génova, ¿ustedes han aprendido algo?
Las encuestas todas, excepto la del magnífico “Tezanos”, pronosticaban una mayoría del PP pero no suficiente para alcanzar los 69 escaños necesarios en la Asamblea, por lo que tendrían que amarrarse a VOX para seguir con la libertad y conseguir una gran derrota de Sánchez; los chicos de la tal Carmena se mantenían en Más Madrid con prácticamente los mismos escaños y habían desechado la cooperación del de Galapagar, el Tarzán aullador , que había dejado las lianas de la vicepresidencia porque creía que iba a comandar la selva para salvar el comunismo selvático de los facistas, las encuestas le bajaban del pedestal y se encontraba clavado como en época de lluvias y hasta que no venga a salvarlo de nuevo el bello Roures , se quedaba comiendo plátanos, y ahí continua, aunque dice que por fin se va.
En esa época adventista, el chico de Ávila, el tal Casado, había advertido seriamente , que en modo alguno quería a los de VOX como Consejeros en el gobierno de su Ayuso, aunque hubieran sido necesarios sus escaños para poderla nombrar Presidente de la Comunidad, porque la gratitud nos es la costumbre de esta persona bien educada. Lo suyo es el desprecio, porque VOX es despreciable, fascista y huele a extrema derecha, y eso él que es centrista puro, no lo puede soportar, que nos den los votos y que se vayan, ni gracias. Pero hombre, habrá al menos que darles las gracias. No ni eso, bastante tienen con que no les ilegalicemos. El tal Pablo, esta vez Casado, ya hizo todo el mal que supo a su partido en las elecciones catalanas, cuando se erigió en salvador de las mismas y consiguió el peor resultado del partido en su historia. En Madrid, la Presidente le debió pedir veladamente que se estuviera quietecito en su casa y aunque no pudo del todo, para demostrar que el jefe siempre está en Génova, puso en las listas a Cantó, se supone que en vista a su presencia quizás en tierras levantinas, pero el TC, sin argumentos de peso, invalidó su presencia en la lista de los posibles elegidos. En otras palabras, todo lo que ha hecho Ayuso bien, lo ha hecho sin necesidad de ningún Casado.
En Madrid, la Presidente le debió pedir veladamente que se estuviera quietecito en su casa y aunque no pudo del todo
En la última semana de la campaña electoral, el PP del amigo Casado en su vertiente gallega, decidió abstenerse ante una proposición de Ley de la banda independentista BNG en el parlamento regional gallego donde el PP goza de mayoría absoluta, que propugnaba la salida de la Guardia Civil del territorio gallego, por lo que la citada proposición fue aprobada. Independientemente del error de sustituir una policía veterana con los mejores medios e inteligencia, muy superior a la de todas las policías autonómicas juntas, el hecho de que el partido dirigido por el tal Casado no se oponga a la posible expulsión de la Guardia Civil de ese territorio, produce una vez más, una profunda decepción a una gran mayoría de sus seguidores, como ya ocurrió en la época de Aznar con Cataluña. Pero es que el centro es el centro y el centro no significa, al menos para el tal Casado, que el partido que dirige tenga los mismos principios en Madrid que en La Coruña. El español, lengua española universal, tiene los mismos obstáculos para poder ser enseñada en Galicia que en Cataluña o en las Islas Baleares. En Madrid o en Castilla La Mancha, no es necesario defender esa lengua, la única oficial de todo el Estado, y ahí, se adhiere a la derecha y se viene arriba, pero cuando tiene que torear en plazas lingüísticamente difíciles, enseguida busca el cobijo del centro y de la izquierda, cobardemente.
Yo, que no soy politólogo, esa disciplina que estudia la teoría política, y que tampoco conozco a ninguno, porque todos los que se autodenominan “politólogos” son tertulianos del día a día y simplemente comentan los hechos de los apuntados a los partidos políticos, nada que ver con la ciencia política; políticamente, simplemente me oriento por el olfato. Y mi olfato me dice que el tal Casado va a tener muy difícil llegar a la Moncloa por su falta de firmeza en sus principios. La firmeza que ha demostrado Isabel Ayuso, nunca la ha demostrado frente al enemigo el amigo Pablo Casado. Y esa firmeza de Ayuso ha sido el atractivo que ha hecho que una mayoría de madrileños la voten como Presidente de la Comunidad. ¿Ese hecho puntual cree el tal Casado que va a ser dirigido en su apoyo en las elecciones generales cuando al Maniquí se le ocurra convocarlas? Pues siento defraudarle, porque siguiendo mi olfato, el viraje al centro, que podrá succionar algunos votos de la antigua marca de chocolate catalán llamada “Ciudadanos”, no gran cosa, significa comulgar con los engaños de la izquierda pero mirando a estribor, es decir ahí me las den todas mientras no haga nada perjudicial para mi partido. Eso es simplemente un tongo. Mírese en Rajoy, él fue el prototipo de político inservible hasta la náusea, y me da, bueno mi olfato me da, que usted, un chiquito de Ávila, no tiene pensado bajar al ring a contrarrestar la lucha cultural y muchas veces barriobajera del socialismo , no defender el español en Galicia, pero asumir la Ley sobre la violencia de Género o la Ley de la Memoria democrática, ni exigir al TC que se decante de una vez por la Ley del Aborto, es decir aceptar y apoyar todas las leyes engendradas por la izquierda, aunque eso sí atizando a Abascal si puede ser a diario. Usted no es capaz de enfrentarse a la políticas de la izquierda ni defender las políticas del PP iguales en todos las regiones, y es que usted dice que “para llegar a Moncloa tiene que ser la media entre Ayuso y Feijoo,” es decir solo aspira ser un mediano, nunca un líder, y esa medianía se gestó a partir del enfrentamiento con Abascal y el cese de Cayetana, cualquiera de ellos muy superiores a usted. La elecciones ganadas brillantemente por Ayuso, obteniendo el apoyo de los votantes de Ciudadanos (que pierde 26 escaños), de VOX (46% de su electorado al parecer la ha votado) y del PSOE( que pierde 13 escaños), en referencia a las elecciones anteriores, se han basado en sus políticas y en su gestión, y en mi opinión han tenido dos grandes perdedores : Sánchez y Casado. El Maniquí no se irá y se quedará rumiando en la Moncloa su derrota y maquinando la siguiente faena. Y en cuanto a Casado, que por supuesto no me hará caso, he visto en Ávila que hay algunos barrios residenciales con pisos muy luminosos, de cara a las murallas y con buena relación calidad precio, ¿qué le parece señor Casado si se compra uno y se queda a vivir en un lugar tan extraordinario? ¿A que es buena idea?
El articulista no sabe disfrutar de los triunfos de la derecha. A este señor no le gusta nada. Me parece que ha entrado en un bucle.