Independientes de la
Guardia Civil (IGC), también con representación en Ceuta, ha cargado nuevamente contra la manera cómo se conceden
las condecoraciones en el instituto armado. Hace unos días señalaban que la cúpula de la Benemérita se repartía el 40% de las mismas y en esta oportunidad han mostrado su indignación por la concesión de la
Cruz al mérito en su categoría de Plata a Manolita Chen.
Para este grupo se trata de un “golpe emocional” para el colectivo de guardias civiles lo que conocieron tras la publicación del Boletín Oficial en el que estaría reflejada “la condecoración de Manuela Saborido Muñoz, conocida bajo el nombre artístico de Manolita Chen, quien es reconocida por ser la primera mujer trans a la que se le aprobó el cambio de nombre y sexo en su DNI”. IGC ha asegurado que la Benemérita, con motivo de la festividad de Nuestra Señora de la Virgen del Pilar, a conmemorarse el próximo 12 de octubre, le concedió la Cruz al mérito de la Guardia Civil en su categoría de Plata, “que representa una de las máximas condecoraciones y al alcance de muy pocos agentes”. Al respecto, la asociación profesional ha explicado que para la concesión de la Cruz de Plata “se deben de haber realizado hechos que supongan una relevante colaboración con la Guardia Civil o revistan, por su naturaleza, un carácter o mérito tan relevante que requieran el alto reconocimiento y esta especial distinción”. Han ampliado que las propuestas para su concesión deben elevarse “por conducto reglamentario” y ser informadas por los sucesivos escalones de mando “hasta llegar en última instancia al director general de la Guardia Civil”, quien sería el encargado de formular la propuesta al Ministro del Interior, “que previa conformidad del Ministro de Defensa otorga estas distinciones”.
Sentimiento de impotencia y abandono
Tras esta explicación, desde IGC consideran que en este caso “no existen hechos meritorios relevantes que justifiquen de forma objetiva tal galardón”, poniendo de manifiesto que “existen miles de guardias civiles que han puesto sus vidas en grave peligro a lo largo de este último año para garantizar la seguridad ciudadana y que no han sido reconocidos de forma alguna”. Sobre un malestar que ha estado creciendo de manera gradual, han indicado que precisamente este tipo de situaciones, al referirse a la condecoración, “no hace más que aumentar el sentimiento de abandono de miles de guardias civiles que ven como su trabajo diario no es reconocido por parte de las autoridades competentes, y supone un nuevo golpe, esta vez emocional, para todo el colectivo”. Para finalizar, quienes integran Independientes de la Guardia Civil han señalado que “al creciente número de agresiones a los agentes así como a la falta de recursos humanos y materiales que dificultan el desempeño de los cometidos policiales, se suma ahora un nuevo acto de burla hacia el colectivo benemérito, que ve como desde el vértice de la pirámide de mando se anteponen otro tipo de intereses antes que el reconocimiento de sus propios agentes”.