Imponente. Esta es la mejor manera de describir al buque de asalto anfibio Galicia, una impresionante embarcación de 160 metros de eslora y una altura máxima de 62 metros, con una velocidad máxima sostenida de 18 nudos y una autonomía de 6.500 millas a 12 nudos, que llegó al
puerto de Ceuta con cerca de 200 alumnos de primero, segundo y cuarto curso de la
Escuela Naval Militar. Su principal cometido es proyectar una fuerza embarcada sobre tierra. Con grandes capacidades en el ámbito terrestre, operaciones aéreas y apoyo humanitario, siendo estas las principales misiones que realiza y ha realizado durante muchos años, se entregó a la Armada el 29 de abril de 1998 para sustituir al viejo transporte de ataque L-21 ‘Castilla’, con un diseño que partió de un convenio de colaboración entre los gobiernos de Holanda y España.
El ‘Galicia’ salió el pasado 23 de mayo desde Rota con la Fragata Victoria que está en
Melilla, y luego se unió el Buque de Aprovisionamiento para el Combate ‘Patiño’ y el ‘Intermares’, para acudir a la Escuela Naval en Marín, Pontevedra, donde recogieron a todos los alumnos, para luego participar en ejercicios con la Marina Portuguesa y la Agrupación de la OTAN. Una ocasión inolvidable para los jóvenes, entendiendo que todos los medios que está poniendo la Armada y el buque son por y para los futuros oficiales de Marina. Para estos alumnos es una oportunidad incomparable, pues durante sus cinco años de formación, les permite entender qué es lo que les espera al salir tras este proceso.
Todas las colaboraciones solicitadas, todos los apoyos recibidos de otros barcos, están encaminados no solo al adiestramiento de las unidades de la Armada, sino a motivar y formar a los futuros oficiales de Marina en las labores que van a acometer.
Tras una visita en abril de 2020, el buque de asalto anfibio vuelve a la ciudad y estará en el
Muelle España, cara de Levante, hasta el próximo domingo 5 de junio, abierto al público este sábado para todos aquellos ceutíes que quieran visitarlo de 11:00 a 13:00 en horario de mañana y de 15:00 a 20:00 por la tarde.
Desde el puente de gobierno, Manuel Becerro Malagón, oficial de Información Pública y de Puente del CIC del BAA Galicia, explica lo que sucede en este lugar del buque. “En este lugar es donde se lleva el gobierno y la propulsión del buque, esta zona tiene como principal objetivo proporcionar la seguridad en la navegación durante cualquier tipo de operación o entidad que se lleve a cabo”.
Otra zona de gran importancia es la del garaje principal y dique del buque Galicia
Aquí normalmente se encuentra un equipo integrado por ocho personas, además del oficial de guardia que, junto al comandante, se encarga de la seguridad de la navegación. Sobre los equipos que están presentes, Becerro Malagón agrega que “se basa principalmente en el gobierno, el timonel, el timón del buque, el sistema de propulsión, y el sistema del radar, que es el que nos va a proporcionar esa ayuda a la navegación, esa seguridad durante los tránsitos”.
En la popa del barco, Alejandro Mackinlay Hidalgo, oficial de Información Pública y del CIC del BAA Galicia, habla de uno de los lugares más icónicos del buque. “Tenemos aquí al final una zona, una rampa que se abre y en la cual salen las lanchas con todos los vehículos de Infantería de Marina o del Ejército de Tierra”. Mackinlay Hidalgo también se refiere a la cubierta de vuelo, donde pueden tomar dos helicópteros a la vez.
Otra zona de gran importancia es la del garaje principal y dique del buque de asalto anfibio Galicia. Becerro Malagón explica que “este es el corazón de donde empiezan las operaciones anfibias”, recordando que la función principal del buque es proyectar una fuerza embarcada sobre tierra, lo que se hace mediante las embarcaciones que llevan a bordo.
“Lo que hace el buque es que se inclina ligeramente y mediante unos tanques de lastre que se encuentran en la zona de la playa, se inunda y cuando llega a cierto calado, comienzan las maniobras anfibias”. Becerro Malagón agrega que a partir de ese momento, es cuando hay agua en el dique, la rampa se baja hasta menos veinte grados y comienzan los movimientos de embarcaciones dentro del barco, “con el fin último de hacer llegar esas embarcaciones al apoyo terrestre a playa”.
La cocina es otro lugar que han querido mostrar como una demostración de ese buen ambiente que se vive en el barco. Por turnos, es un equipo de diez que puede llegar a atender hasta 600 personas (la capacidad total de personal a bordo es de 797) para seis servicios: desayuno, bocadillo, dos comidas, cena y refuerzos nocturnos.
Son unas 350 personas a bordo de un buque que como cualquier barco nunca duerme, teniendo siempre a personal de guardia, con misiones que pueden alargarse hasta seis meses, pero que son más llevaderas gracias al componente humano, a las áreas de descanso, a una bonita capilla con misas diarias y a particularidades como poder comer pan recién horneado.
“Un barco lo hace su gente y el ‘Galicia’ tiene la mejor gente, personal altamente cualificado, sobre todo con un ambiente de trabajo muy bueno”, lo que hace más tolerables las jornadas y sobre todo más gratificantes, asegura Becerro Malagón.
El día a día de quienes están a bordo del barco se divide en dos regímenes, puerto y navegando, este último dependiendo de la carga, “si estamos en tránsito tranquilo, vamos a tres vigilancias, es decir que nos partimos las funciones en tres durante todo el día”, señala Mackinlay Hidalgo. En tierra la preparación y el arranche del buque para navegar es lo que les ocupa principalmente.
Otro detalle que hay que destacar sobre el buque de asalto anfibio Galicia, es el hospital que tiene. Un verdadero hospital flotante con Sala de Triage, Antequirófano, Laboratorio, Esterilización, Sala de Rayos X, Quirófano, UCI, Gabinete de Odontología y otras dependencias. Los barcos como norma general tienen capacidad hospitalaria, pero no es comparable con lo del buque Galicia.
Otro detalle que hay que destacar sobre el buque de asalto anfibio Galicia, es el hospital
“Es de vital importancia tener el hospital a bordo, porque en caso de estar en mitad de océano y estar en mitad de una operación y haya alguien que se haya roto una pierna o tiene un dolor de muelas, pues tenemos capacidad odontológica o capacidad de Rayos X, de telemedicina”, esto último con la asistencia desde el Hospital Central de La Defensa Gómez Ulla, según señala Mackinlay Hidalgo.
“Hay un laboratorio aquí para hacer muestras si hay alguien que haya cogida una enfermedad tropical, poder diagnosticarla. Tenemos equipos para poder saber si alguien tiene covid, si alguien tiene cualquier tipo de enfermedad”, acota el oficial.
Precisamente hace dos años el buque estuvo en Ceuta como parte de
la Operación Balmis y tras una visita a Melilla, dando apoyo a las ciudades en los momentos de máxima presión sanitaria.
Las labores de ayuda tras las inundaciones causadas por el huracán ‘Mitch’ en Centroamérica, la limpieza en la contaminación causada por el hundimiento del petrolero ‘Prestige’, la Operación ‘SJ’ de ayuda humanitaria a Irak, la Operación ‘Libre Hidalgo’ de apoyo a la misión de Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz en el Líbano y la ‘Operación Atalanta’ forman parte de la notable vida operativa del buque. Un asombroso recorrido que está plasmado no solo en la cámara de oficiales, sino también en la cubierta donde están los camarotes de los oficiales, todo esto lleno de marcos y fotos de colaboraciones y apoyos brindados a lo largo de su historia.
“El buque de asalto anfibio y la Armada española tienen como función principal, no solo salvaguardar la soberanía nacional, sino ese apoyo humanitario que se ha hecho. Nuestra misión es por y para los españoles y estamos al servicio de España y de toda la ciudadanía española”.
El buque de asalto anfibio Galicia es un barco de guerra, pero esta no es su única misión, sino cualquiera que se le encomiende por el bien del país y de su gente, lo que incluye operaciones de mantenimiento de la paz y de ayuda humanitaria.