En un lado forman filas padres decepcionados, indignados y resignados por la educación y el tratamiento que reciben sus hijos con algún tipo de minusvalía, física o mental, en la parte opuesta el “orgullo” ministerial por “hacer las cosas no bien sino muy bien en materia educativa” y, en el medio, queda ese triste vacío en el que naufraga la incompresión de niños enfermos .
“El Ministerio de Educación escolariza a los niños discapacitados en centros ordinarios durante el período que comprende Educación Especial para, posteriormente, mediante cómplices orientadores evaluar a los niños de manera negativa y hacerlos desembocar al centro de Educación Especializada de San Antonio, para que allí hagan Primaria, alejados de todo tipo de integración social, recluidos como presos locos”.
Las crudas acusaciones las firma José Luis López, padre de Álvaro, un chico de siete años con Síndrome de Down escolarizado hace tres cursos, en el verano de 2007, en el colegio concertado Santa María Micaela, las “Adoratrices”, centro que cada año recibe una subvención del Ministerio de Educación, parte de la cual, está destinada a aquellos alumnos que presenten algún tipo de discapacidad.
“Los tres primeros años fueron muy buenos”, rememora a este periódico el padre de la criatura, “debido a que tuvo una tutora extraordinaria, preocupada en el progreso del chico”. Pero toda vez que Álvaro superó los tres cursos correspondientes a Educación Especial, el camino hacia Primaria se torció y las vidas de los padres de Álvaro entraron en una espiral de “amargura muy complicada de sobrellevar”.
Según cuenta José Luis, la orientadora de Santa María Micaela les informó a él y a su mujer que el niño tenía que repetir de curso “porque su nivel era deficiente”, razón por la cual Álvaro ha vuelto a cursar tercero de Educación Infantil. “La verdadera razón”, asegura José Luis, “no es que Álvaro no tuviera aptitudes, que a lo mejor es verdad, sino la cruda realidad es que siguen siempre el mismo patrón para quitarse de en medio a los discapacitados, el procedimiento de la mentira y la hipocresía”.
Según Jose Luis, a lo largo de este curso tanto él como su mujer han recibido numerosas quejas del centro a colación del hipotético mal comportamiento del perqueño. De este modo, las llamadas a casa o las citas en el centro se fueron sucediendo “para informarnos de que Álvaro no estaba evolucionado nada, de que era muy nervioso e interrumpía constantemente en clase, de que era tremendamente agresivo y otras acusaciones similares que sólo tapan las deficiencias en el sistema”.
El caso de Álvaro no es aislado en Ceuta, ni tampoco las quejas de sus padres; en la misma tesitura se hallan otras familias, como , por ejemplo, la de Mercedes Berlanga, Presidenta de la Asociación Autista de Ceuta, madre de Daniel, un muchacho de ocho años “obligado”, desde este próximo curso, a estudiar en San Antonio, a despedirse de su colegio Lope de Vega, donde acaba de completar el curso de Segundo de Primaria.
Berlanga mantiene que “el cambio de centro no sólo no fue consensuado sino que además fue informado a través del teléfono, una cobardía absoluta en lugar de comunicarse en persona u oficialmente por escrito, lo que ocurre es que por escrito hay que poner al final una firma y ahí no se quiere mojar nadie”.
Asimismo, la Presidenta considera que el “masivo” traslado de discapacitados al centro específico de San Antonio “se debe a un tema meramente económico y como no hay dinero para adecentar, mejorar las aulas y crear infraestructura más fuerte en el resto de centros han creído que la solución es apilarlos todos en un mismo lugar, algo que puede salir barato pero que es desatroso para el desarrollo educativo y personal de nuestros hijos ”.
El hecho de que los alumnos que sufran algún tipo de discapacidad compartan escuela supone, según Berlanga, “cometer un error gigante pues desencadena a una situación de ridículo absoluto o ¿cómo pueden progresar adecuadamente unos cuantos niños que sean todos autistas y que vayan todos a su bola?”
La aplicación de la ley específica para Ceuta y Melilla en materia de educación hacia discapacitados reabre el debate de si la Ley de Educación Específica, la denominada Ley EDU, mediante la cual se asegura la educación del niño discapacitado en una escuela repleta de medios técnicos y con personal cualificado, es la opción más justa y de la que se pueden obtener mejores resultados.
No sólo los padres de hijos afectados con algún tipo de discapacidad se muestran en contra de dicho centro, arguyendo que su desarrollo se frena, que su integración social se desmorona y que en, lugar de inlcusión, son víctimas de una severa exclusión, sino que las asociaciones, como la mencionada de autistas de Ceuta, se posicionan frontalmente en contra con la reclusión generalizada.
Otros dos colectivos, la Asociación Down de Ceuta y el Comité Español de Representantes de Minusválidos (CERMI), indican “que el absurdo y la injusticia hacia con las familias de discapacitados perdura en el tiempo como una pesadilla inacabable”, según narra María Luisa Villadén, miembro del Comité español de Representantes de Minusválidos (CERMI) y de la Asociación de Down Ceuta .
Villadén, que habla con un perfecto conocimiento de causa, pues tiene una hija discapacitada, que ahora cuenta con trece años, considera además que el sentir mayoritario del pueblo ceutí se alinea con la lucha que emprendieron tantos años atrás. A este respecto, Berlanga recuerda que la asociación que preside, en aras de dignificar la situación de los autistas, ha comprobado cómo “el pueblo se ha volcado en nuestro favor” a lo largo de celebraciones, jornadas formativas, campañas de concienciación o charlas informativas.
Por último, Villadén, considera que no todos los alumnos que tengan alguna discapacidad, como puede ser síndrome de Down, debieran ser escolarizados en San Antonio sino que este centro tendría que estar destinado a aquellos chicos que presenten deficiencias descomunales, enfermedades tipo tetraplegias que impidan al enfermo valerse por sí mismo”
Ante esta avalancha de descontento generalizado, El Faro se ha puesto en contacto con la Dirección Provincial del Ministerio de Educación, para conocer la postura de la Ciudad. De este modo, las fuentes consultadas han asegurado que “el servicio que ofrece el Ministerio de Educación consiste en aplicar correctamente la ley en materia educativa”.
De este modo, desde la Dirección Provincial se asegura que, en casos concretos actúan según el informe que remitan desde el servicio específico de orientación, compuesto por psicólogos y pedagogos profesionales, “que son los que informan sobre cada situación, los que proponen la mejor solución posible y, una vez valorados todos los puntos, la comisión buscará los mejores centros y el mejor centro en educación específica en Ceuta es San Antonio porque es el que cuenta con más recursos y el que obtenta el equipo de profesionales mejor cualificados”.
Respecto a la acusación de que los alumnos que van a San Antonio -todos discapacitados-, son víctima de un rechazo social , las fuentes consultadas mantienen que “no se trata de que incurramos en casos de exclusión sino que es una decisión, simplemente sensata pues como en San Antonio no van a estar atendidos en ningún otro lugar porque allí los alumnos tienen todo lo que le hacen falta”.
Para secundar este parecer, las fuentes aseguran que “los profesionales que trabajan en San Antonio no sólo son maestros sino que también es necesario que haya personas que, por ejemplo, lleven al baño a los chicos que lo necesiten y este tipo de trabajadores no pueden desarrollar su labor igual de bien en centros públicos”.
Por último, desde el Ministerio de Educación se defiende que la partida presupuestaria destinada a San Antonio es “muy generosa y que no se reparan gastos para que los alumnos enfermos puedan desarrollarse en las mejores condiciones posibles, como es nuestro natural deseo, y para que los trabajadores realicen su labor con buenas herramientas y en un ambiente de trabajo idóneo que no se vea perturbado por nada”.
Partes implicadas
PADRE INDIGNADO
Obligado a cambiar de centro de estudio
El padre de un niño con Síndrome de Down denuncia que su hijo es víctima de una exclusión injustificada y que la medida de ir al colegio de educación específica San Antonio perjudica la integridad social del pequeño
ASOCIACIÓN DE DOWN
Presidenta denuncia un mal uso de San Antonio
Tanto este colectivo como Cermi mantienen que el centro específico de San Antonio debería estar orientado a aquellos alumnos cuyas enfermedades sean de extrema gravedad y les impidan valerse por sí mismos
ASOCIACIÓN DE AUTISTAS
La crisis económica, como causa del error
La Presidenta de la Asociación de Autistas de la Ciudad, Mercedes Berlanga, ve la insistencia del Ministerio de Educación en defender el centro San Antonio como una evidencia de que la crisis supera al sentido común
DIRECCIÓN PROVINCIAL
Insiste en que adopta la mejor medida posible
Fuentes consultadas por este periódico defienden la honradez en la decisión de que al centro de educación específica de San Antonio vayan aquellos alumnos que tengan alguna discapacidad física o mental
CIUDADANOS
Asociaciones organizan jornadas informativas
Durante los últimos meses han concentrado sus esfuerzos, mediante charlas y jornadas, en concienciar al pueblo ceutí de la problemática que acarrea una enseñanza pública exclusiva y desintregradora.
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