¿Brujería con políticos en Tánger?

La noticia la ha publicado el medio bladna24.ma, aludiendo a la controversia suscitada en Tánger (Marruecos) tras el hallazgo de fotos de políticos con restos de prácticas asociadas a la brujería.

Se han encontrado retratos personales de políticos y funcionarios electos junto con talismanes que se cree fueron utilizados en esas acciones.

El hallazgo tuvo lugar en un terreno baldío en la zona de Al-Hajjirin, en la comuna de Akaznaya cerca de Tánger, después de que algunos transeúntes descubrieran una vasija de barro que contenía estas imágenes y talismanes.

Entre las fotografías encontradas, había una del presidente de la circunscripción de Bni Makada en Tánger, Mohamed El Hammami, una figura política destacada a nivel local, junto con varios de sus diputados y miembros del consejo.

Prácticas que son perseguidas

El debate está servido, sobre todo porque algunos aluden ya a conflictos políticos derivados de este hallazgo que no ha pasado desapercibido para los medios de comunicación.

En Marruecos no es la primera vez que se difunden noticias de este tipo relacionadas con lo que se tilda prácticas de magia y hechicería. Son vinculaciones con mitos, pero se siguen usando para captar a una población que cree en ellos.

Hace unos meses se detuvo en Tánger a una mujer que estaba sacrificando gatos en un cementerio para prácticas de brujería.

Ritos sobre los que se ha actuado

El sacrificio de animales, especialmente de gatos, es una práctica asociada en algunas culturas con ritos de brujería y magia negra. En Tánger, como en otras partes de Marruecos, persisten ciertas creencias populares que vinculan estos actos con la búsqueda de poder, protección o venganza a través de medios sobrenaturales.

Sin embargo, estas prácticas son consideradas ilegales y moralmente inaceptables, tanto por las leyes locales como por la mayoría de la sociedad.

Las autoridades locales han intensificado sus esfuerzos para combatir este tipo de prácticas, que no solo constituyen un delito grave, sino que también alimentan el miedo y la superstición en la comunidad.