El domingo terminaron las fiestas organizadas por la Asociación de Vecinos Rusadir con motivo de la festividad de la Patrona de sus barriadas, la Virgen del Carmen. Los numerosos socios que allí se dieron cita e invitados disfrutaron de una suculenta moraga, a base de sardinas asadas, salchichas y chorizos a la plancha y pinchitos, todo ello regado con sangría, cerveza fresquita y refrescos para, finalmente, brindar por la Virgen del Carmen con espumosa sidra; brindis también por la prosperidad de las barriadas que la tienen como Patrona y por toda Melilla.
Los actos programados por la Asociación vecinal se iniciaron el viernes con una gran fiesta infantil para, a las 20:30, celebrarse una misa en el Sagrado Corazón en Honor de la Virgen y, por la noche, una cena para asociados e invitados, en la que estuvieron presentes los miembros del Gobierno de la Ciudad, Carmina Sanmartín, Antonio Miranda Y Ramón Antón, así como el presidente de Feaveme, José Luis Suárez.
Entre los invitados, estaba un grupo de trabajadores del nuevo Hospital, sevillanos que, varios de ellos, ofrecieron a la concurrencia cantes por sevillanas y rumbas, haciendo pasar a los asistentes una agradabilísima velada, especialmente por las interpretaciones de Jesús García Garrido, “Cachorro”, un fuera de serie por su simpatía y gracejo al compás de sus coplas.
En el transcurso de la moraga del domingo, en la que estuvieron, en representación de la Ciudad Autónoma, Katy Muriel, José Valles y Ramón Antón, así como el diputado nacional por Melilla, Antonio Gutiérrez Molina, se procedió a la elección de “Miss Simpatía Fiestas Virgen del Carmen 2010”, resultando elegida la Srta. Gemma Oliveira Moral, a la que el presidente de la Asociación, Francisco Veira Paredes, impuso las correspondiente banda entre los aplausos unánimes de todos los asistentes.
Hay que reseñar también que durante la cena del sábado fueron sorteados numerosos regalos y que la velada trascurrió en medio de una agradabilísimo ambiente, bailándose hasta cerca de las tres de la madrugada al compás de música moderna y de años de gratos recuerdos para quienes ya estamos metidos en el tren de demasiados kilómetros a nuestras espaldas.