Bomberos recibe la Medalla de la Ciudad en reconocimiento a sus 80 años de servicio

El presidente de la Ciudad, Juan Vivas, fue ayer el encargado de  entregar la Medalla de Oro de Ceuta al Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS)

en reconocimiento a  la labor que este Cuerpo municipal realiza desde hace 80 años, cumpliendo de este modo el acuerdo adoptado por el Pleno de la Asamblea el pasado 14 de diciembre de 2011.
El emotivo acto se desarrolló en el antiguo Salón de Plenos, donde se congregaron las autoridades así como un nutrido grupo de bomberos  y familiares que presenciaron el acto en representación del colectivo.  Vivas recordó los méritos que atesora este servicio municipal y consideró un “extraordinario honor” la imposición del máximo galardón que concede la Ciudad Autónoma, “porque los Bomberos merecen el mayor de los reconocimientos”.
Vivas quiso comenzar su intervención con un recuerdo para las víctimas y familiares del accidente de tráfico ocurrido en Suiza el miércoles en el que ha fallecido 28 personas, en su mayoría escolares de nacionalidad belga, para proseguir  recordando que, desde el antiguo barracón de San Amaro en el que se instaló el primer cuartel en 1930 hasta hoy “muchas cosas han cambiado, pero no lo esencial, que es el alma y el espíritu del Cuerpo de Bomberos y un código de conducta basado en la abnegación, entereza, compañerismo y responsabilidad”, virtudes que “he visto muy de cerca y muchas son las veces que lo he comprobado”, apuntó, recordando entre ellas, por ejemplo, que en verano de 2006 bomberos ceutíes decidieran acudir a sofocar incendios forestales en Galicia o con motivo de las graves inundaciones ocurridas en Ceuta en septiembre de 2008 “situación muy difícil y en la que estuvieron a la altura de las circunstancias”
Por todo ello, “la Medalla es absolutamente merecida” continuó, “porque la implicación, dedicación y compromiso”, cualidades que también ha subrayado de los bomberos, permiten superar las limitaciones, algo “siempre necesario y más en tiempos de dificultad”.
Vivas también aludió a los vínculos “consustanciales” entre los ceutíes y sus bomberos, un Cuerpo “vivo, renovado y con un evidente el sello juvenil, pero también asistido por la experiencia y la veteranía, sobre los que ha construido los pilares del prestigio y reputación adquirido”.
El reconocimiento recibido ayer es, en palabras del jefe del Servicio distinguido, Manuel Gentil, más que una compensación para quienes, a causa de su profesión se han enfrentado  a las “peores” situaciones posibles, muchas de ellas hechos luctuosos,  un “aliento” para seguir haciéndolo. “La vemos no como una condecoración”, añadió, “sino como un gran acicate que renueva nuestro deseo de servir a nuestro pueblo”.
Tanto el presidente de la Ciudad como el jefe del Servicio de Extinción de Incendios, tuvieron palabras de recuerdo en memoria del bombero Marco Antonio Navas, fallecido en 2009 durante unas prácticas de buceo, y uno de los momentos más difíciles y desoladores para este Cuerpo, de quien alabó, por encima de todo lo demás, el factor humano, “de altura y categoría”.
Por eso Gentil, que es jefe del Cuerpo desde hace 38 años, en su discurso, no quiso dejar pasar la oportunidad de tener también presente a Marco Antonio, que recibió a título póstumo el mismo galardón con el que ahora se distingue colectivamente al resto de sus compañeros.
El jefe de Bomberos también quiso reconocer en su intervención el trabajo de todos los voluntarios que han ayudado a este servicio a desarrollar su labor a lo largo de la historia “cuando por la magnitud del trabajo nos hemos visto superados”, en alusión a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad así como al Ejército, uno de cuyos soldados, Antonio Güeto, murió en las labores de extinción del mayor incendio que se ha registrado en Ceuta,  en julio de 1983 y en el que quemaron 50 hectáreas en el pantano del Renegado y donde, como rememoró Gentil, existía un riesgo añadido por la cercanía de los polvorines militares.
Ese fue precisamente el momento más emocionante del acto, ya que Gentil, pidió a los asistentes que tributaran un pequeño homenaje al soldado Güeto, a quien la sala dedicó una cerrada ovación y que ese reconocimiento se hiciera llegar a sus familiates. El jefe de los Bomberos recordó además que estos trabajadores han hecho de todo a lo largo de la historia, y no solo apagar llamas, “desde desatascar desagües a repartir agua potable”. Por eso ha destacado el alto reconocimiento social que hoy en día tienen los bomberos, una plantilla “con un nivel excepcional”, dijo y con un estatus que hace que ser bombero sea la aspiración profesional “de muchos de nuestros jóvenes”.”
En la actualidad, el Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento de Ceuta cuenta con un jefe, cuatro sargentos, nueve cabos, 74 bomberos y una radiotelefonista; y sus medios técnicos consisten en 20 vehículos, una embarcación de salvamento, cinco bombas urbanas ligeras, cuatro bombas urbanas pesadas, una bomba nodriza pesada, un brazo articulado de 42 metros, un vehículo autoescala de 37 metros, dos unidades mixtas de carga personal, una unidad de rescate urbano, una unidad de jefatura, dos furgones (uno de ellos de submarinismo), un vehículo de inspección y suministro y la zodiac de salvamento.
Estos medios y número de efectivos también fueron puestos de manifiesto por Vivas, quien lo calificó como un equipo de “altura y categoría” que ha demostrado comportarse como una familia a lo largo de su corta historia, lo que ha contribuido a mejorar su eficacia y también a ser más próximo al vecino para atenderle en protección y seguridad.

Gran “esfuerzo” del Gobierno para dotar al Servicio

Vivas aludió al “gran esfuerzo” presupuestario, en medios y recursos, que emplea cada año la Ciudad, a través de la Consejería de Presidencia y Gobernación para atender un servicio como es el Extinción de Incendios y Salvamento, que a diferencia de lo que ocurre en el resto de España, no puede mancomunar con otras poblaciones por el aislamiento geográfico de Ceuta y sus peculiaridades. Eso impidem, por ejemplo, que se reduzca su coste. “Realizamos un esfuerzo singular, pero que merece mucho la pena”, dijo el presidente de la Ciudad, que aludió a que en compensación, los miembros del Cuerpo tienen una “dedicación y entrega” total a su labor “que es la de la vocación de servir a los demás”. “Son un servicio que se valora cuendo se le necesita y cuando se requiere”.

Hechos a destacar

29 de enero 1943
Los bomberos intervienen en las inmediaciones del Fuerte Piniers tras producirse un accidente aéreo, concretamente de un avión de la RAF inglesa que se estrelló y empezó a arder. Aunque la intervención fue rápida todos sus ocupantes fallecieron.
26 diciembre de 1943
Operación realizada con éxito para  salvar a los 26 ocupantes del velero  Falucho Jorge encallado en la playa de La Ribera
24 de julio 1983
Se registró el peor incendio en Ceuta, ocurrido en las inmediaciones del pantano del Renegado y en el que murió el soldado Antonio Güeto, que colaboraba en la extinción. Ardieron 50 hectáreas de terreno y se vivieron momentos difíciles que ponían en peligro la vida de todas las personas que participaban en las labores por el fuerte viento de poniente de aquel día y por la proximidad de los polvorines militares. Además se registró otro herido, el soldado Sergio Pérez del Valle, al que hubo que amputársele una pierna.
Petrolero Garden State
Se registró un incendio a bordo cuando se encontraba descargando combutible en el muelle, se actuó con rapidez, ordenando al buque abandonar el puerto mientras los bomberos se quedaban a bordo en labores de extinción. Hubo una víctima mortal.
28 y 29 de septiembre de 2008
Se produjeron en Ceuta las inundaciones más importantes de su historia, con decenas de viviendas desalojadas. Esos días todo el Servicio permaneció activo y trabajando, tal y como destacó ayer el presidente.
30 de abril de 2009
Fue uno de los días más amargos del Cuerpo, ya que fue la fecha en la que se produjo el fallecimiento, del bombero Marco Antonio Navas, quien demostró a lo largo de su vida profesional poseer virtudes humanas muy sólidas y un profundo amor al prójimo, ´”que se expresaba en la disposición de dar su propia vida con el fin de estar preparado ante cualquier situación de emergencia que pusiera en peligro la vida de otro ser humano”.