El sábado se casaba una chica del Mixto. Entre el despliegue de medios contratados para el evento estaba el uso de un coche tirado por una pareja de caballos que llevaría a la novia y al padrino desde dicho barrio a la Plaza de África.
Eran las 17:30. El calor cayendo a plomo sobre el asfalto y los pobres caballos esperando al sol…. Venían desde la hípica…. La sorpresa y el estupor fue mayúsculo cuando pudo verse a uno de los caballos desplomarse sobre la carretera. “El caballo ha resbalado”, decía uno de los chicos que conducía el carruaje… No… el caballo sufríó un golpe de calor tremendo y no pudo mantenerse en pie. Las dos personas responsables de los animales intentaban una y otra vez ponerlo de pie y el animal no tenía aliento... No sabían hacer otra cosa ni reconocer los síntomas.
Afortunadamente, los socios del Club de Petanca Zurrón que estaban en ese momento en sus instalaciones de Terrones acudieron rápidamente trayendo innumerables cubos de agua para refrescar al caballo y atenderlo a pesar de las reticencias de los chicos que llevaban la calesa. Fue dicha actuación y la insistencia, una vez puesto en pie al caballo de que lo desplazaran a una zona de sombra, lo que terminó de “medio estabilizar” al animal. Hubo que insistir bastante a uno de los chicos para poder refrescar también a la yegua y evitar que corriera la misma suerte. Pasados unos diez minutos volvieron a enganchar al caballo a la calesa y el mismo par de caballos continuó la marcha hasta la Plaza de África... Esta vez con más carga… Sin más… Sin saber si el animal estaba en condiciones de continuar hasta su destino…
Y yo me pregunto: ¿es mucho pedir a la empresa que gestiona la contratación del coche de caballos que aporte un coche de apoyo que proporcione agua para refrescar a los caballos a la vista de las altas temperaturas? ¿Es mucho pedir que las personas responsables de dichos recursos sepan actuar en situaciones de tal contingencia? ¿Hay que recordar que el caballo es un ser vivo que también tiene sed y calor… ¿Y que tiene derecho a un tiempo de recuperación tras un problema de salud…? Es vergonzoso… Es triste… Da náuseas….
Aprovecho para agradecer de corazón la actitud de los socios del Club de petanca Zurrón de Terrones, con Pedro Ordóñez a la cabeza, que sacaron al caballo de la situación crítica en que se encontraba. Gracias... Gracias…