La frontera del Tarajal volvió a experimentar ayer otro episodio de bloqueos, sobre todo por la acumulación de vehículos cargados de porteadores que son los que terminan causando el caos.
La Policía Nacional estuvo desviando a estos vehículos del paso habilitado, a sabiendas de que, según fuentes oficiales, son los que generan las retenciones ya que se emplean para el traslado de porteadores y para la carga y descarga de mercancía. Labores éstas que se están realizando incluso en el puente internacional, lo que termina ocasionando bloqueos a los coches que entran de nuevo en Ceuta o salen hacia Marruecos.
Los agentes del vecino país no les permiten la entrada y algunos de estos coches llegan a quedarse horas y horas atascados, intentando mover la mercancía, lo que termina retrasando el ir y venir de los demás camalos.
En la mañana de ayer, esta problemática fue la nota dominante. Esa situación insoportable terminó por afectar al tránsito de personas. Los marroquíes que entran a Ceuta con permiso de trabajo, los que no, los que tienen residencia o los españoles fueron mezclados en el lado marroquí provocándose enfrentamientos entre unos y otros y causando tapones, lo que obligó a que, de nuevo, se produjeran cierres intermitentes de la verja. La entrada y salida de porteadores también estuvo marcada por una mayor presión, lo que se tradujo en una mayor dificultad para el trabajo de la Guardia Civil, que intentaba controlar a duras penas a la masa de porteadoras que quería entrar por el tubo para cargarse de bultos.
Los atascos en la carretera de la frontera del Tarajal volvieron a repetirse, siendo una mera extensión de lo que se produce en el corazón del paso fronterizo.
Una porteadora, al Hospital
En la mañana de ayer volvieron a repetirse los accidentes en el polígono. Esta vez una porteadora tuvo que ser trasladada al Hospital tras caer de un muro ubicado en los accesos al polígono. Intervino la Policía Local y acudió a la zona una ambulancia del 061 que se encargó de su traslado al clínico civil. Allí fue atendida de lesiones leves por lo que fue dada de alta al poco rato, según informó Ingesa. Las caídas se producen a diario, algunas veces por causas ajenas a los porteadores ya que hay quienes provocan avalanchas para intentar sacar así más mercancía, y otras porque los propios camalos se empujan o agreden entre sí. En distintas ediciones se han ido publicando fotografías de cómo las propias porteadores intentan subirse sobre las que tienen delante para situarse las primeras tanto en la salida de la mercancía como en la entrada al tubo que conecta la frontera del Tarajal con los accesos al polígono. Aunque haya presencia de fuerzas de seguridad y de miembros de la empresa Seguriber, la situación es demasiado caótica para poderse controlar adecuadamente.