“Benzú cambiará los libros de texto”

El profesor titular de Prehistoria en la Universidad de Cádiz, José Ramos, es también la persona encargada de dirigir el proyecto de excavaciones en el yacimiento de cueva y abrigo de Benzú, junto con Darío Bernal.

Aunque este año se han parado los trabajos de campo, la investigación ha seguido un ritmo intenso, involucrando un equipo multidisciplinar de unos 30 investigadores de diferentes países. Tras ocho años, Ramos está seguro de que todavía queda Benzú para rato, algo que mañana defenderá en el primer día de las jornadas organizadas porla Consejería de Educación, Cultura y Mujer, con el objetivo de divulgar este proyecto.

–¿Se sabe ya cómo vivían los habitantes del yacimiento de Benzú?

–La investigación ha podido concluir algunas cosas, como que eran eminentemente cazadores, lo que se puede deducir de la situación, a 65 metros sobre el nivel del mar con vistas para otear y situado en alto. El problema es que no hemos hallado restos humanos en el abrigo, aunque sí en la cueva. Lo que no sabemos es si en el abrigo eran neandertales, u otra rama.

–¿Qué tipo de sociedad podríamos imaginar?

–Probablemente podríamos pensar en una sociedad al estilo de la retratada por Auel en su novela ‘El Clan del Oso Cavernario’: en torno a una treintena de personas, estructurada en torno al concepto de familia extensa, muy compacta y con un importante sentido de la solidaridad, necesario para sobrevivir. Aunque también hemos mandado analizar algunas piedras a la universidad de Sheffield para investigar mejor sus hábitos de vida.

–¿El hombre fue de África a Europa o al revés?

–Todo hace pensar que en el asentamiento de Benzú venían de África. Pero una de las cosas que se ha demostrado con las investigaciones, y que ha producido una tesis que está a punto de leerse, es el intercambio que había entre ambas orillas del Estrecho. Siempre ha habido comunicación entre las dos partes.

–¿Ha resultado ser importante en el mundo de la arqueología?

–Benzú es un cambio de paradigma en la investigación, porque se han encontrado registros muy antiguos, que hacen repensarnos la época del paleolítico medio. En los dos últimos meses hemos podido confirmar que se trata de hace 250.000 años gracias a mediciones de OECL, que se trata de un método puntero que nosotros hemos sido de los primeros en utilizar.

–¿Se ha quedado antiguo el famoso carbono 14?

–No, pero ese método sirve para analizar restos más recientes, y lo hemos usado. También se ha echado mano del Uranio Torio, otro método.

–¿Es el yacimiento más antiguo de la zona con sus 250.000 años?

–No podríamos aventurarnos a decirlo, porque quedan yacimientos que investigar. Pero sí se han encontrado registros más antiguos que en Gibraltar o Néjar, por ejemplo. También se ha descubierto que hace 150.000 años ya comían marisco, cuando en la Península se ha descubierto lo mismo con una antigüedad de 50.000 años.

–¿Es una investigación relevante a nivel mundial?

–Hemos publicado más de treinta artículos en revistas especializadas, y hay dos tesis doctorales a punto de leerse, más otras dos en preparación. El problema, como siempre, es que investigar en España es muy difícil. No es llorar, como antes, pero para los jóvenes es algo complicado, y harían falta más becas. Nosotros, al menos, tenemos dos becarios del Instituto de Estudios Ceutíes.

–¿Qué importancia tienen estos datos?

–Van a hacer repensar la época, girar los ojos a África, y cambiar los libros de texto sobre la prehistoria. Además, para Ceuta es algo muy valioso, que se podría investigar más y poner en valor.

–¿Para cuántos años queda Benzú?

–No se sabe. En un par de años acabaremos las prospecciones, y se terminará de datar. A partir de ahí, pueden ser veinte, o treinta. quién sabe. Lo que está claro es que Ceuta debe tomar conciencia de lo que tiene, porque puede ser fuente de riqueza, como lo ha sido en los pueblos de Burgos cercanos a Atapuerca. Se han creado hoteles y puestos de trabajo.

–¿Son conscientes los ceutíes de ese valor?

–Muchos sí, hay vecinos que voluntariamente han ayudado en las excavaciones. Pero hay quienes aún lo desconocen. En cierta manera, es comprensible porque no se trata de algo visible como los Baños Árabes o la Basílica Tardorromana, y ahí encontramos el porqué de estas jornadas, y la visita que se hará al yacimiento en la que haré de guía. Creemos en la Universidad que en un futuro se podría poner en valor, como un museo o algo similar.