La directora general de Ordenación, Programación y Gestión de la Consejería de
Servicios Sociales de Ceuta, Mar Feria, y Ana Laca, directora del programa pionero a nivel nacional de itinerarios de
inserción sociolaboral 'Imvolucra2', han presentado este miércoles en rueda de prensa este proyecto, que tendrá 700 participantes entre perceptores del Ingreso Mínimo Vital (IMV, 600) y del IMIS (100). Tragsatec, que formará un equipo de 27 profesionales para el desarrollo durante 12 meses de la iniciativa con 2,1 millones de presupuesto, ya ha enviado 1.700 cartas de captación de potenciales beneficiarios. Cada uno de los elegidos (titulares de la prestación o miembros de su unidad convivencial con entre 16 y 65 años) recibirá un teléfono móvil en el que quedarán registradas todas sus acciones para conseguir empleo, entre otras cosas. Feria ha destacado que se trata de un proyecto “de gran enjundia” que se enmarca en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la
UE, concretamente en la componente enfocada a lograr “un mercado de trabajo dinámico, resiliente e inclusivo”. “Quien participe podrá estar trabajando o estudiando, pero tendrá que tener disponibilidad en horario de mañana para asistir a las sesiones que conlleve el itinerario”, han detallado Feria y Laca. Los beneficiarios serán adscritos a un grupo de control que solamente será citado tres veces o a alguno de los dos de tratamiento con distintas intensidades, que lo serán una o dos veces por semana. Los beneficiarios serán entrenados “en habilidades personales y digitales para el empleo” como conseguir el certificado digital y trabajarán en “los incentivos reales que tienen las personas para romper una dinámica de ayudas y entrar en otra de empoderamiento y búsqueda de alternativas”. Según Laca el programa parte de la hipótesis de que “una persona que participa en un entrenamiento de habilidades personales y digitales para el empleo será más capaz de llevar a cabo acciones que mejoren su empleabilidad y por tanto su inclusión social”. Así, se trabajarán no solo “destrezas profesionales”, sino también “la autovaloración positiva, la capacidad de aprendizaje, el autoconocimiento profesional, etcétera, para llegar a una eficacia que mejora la empleabilidad”. El estudio terminará en otoño de 2023 midiendo con base “científica” la “mejora” que cada participante haya conseguido en sus capacidades para lograr su inserción sociolaboral.