El Salón de actos del IES Luis de Camoens acogió ayer por la tarde un acto organizado por la Federación de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (FAMPA) de Ceuta y el Secretariado local de SATE-STEs con el melillense José Luis Belmonte, miembro del Consejo Escolar del Estado en representación de ese sindicato, para presentar formalmente el libro ‘Aportaciones a la Educación Intercultural y a la Diversidad Cultural’ y profundizar en la ‘Situación educativa de Ceuta y Melilla’. Junto a Belmonte, en la mesa de ponentes se sentaron también el presidente de la FAMPA de Ceuta, Mustafa Mohamed, y Aicha Hamido, miembro de STE-Ceuta. El libro, de 400 páginas, contiene 17 capítulos realizados por distintos profesionales que abordan temas como ‘Situación educativa en Melilla.
Los docentes del ‘territorio MEFP’ atienden a un 30% más de alumnado
Riesgo de fragmentación social’, ‘Currículum intercultural: propuestas para su aplicación en contextos académicos y sociales’, ‘Al Norte del Sur. Intervenciones desde la biblioteca para fomentar el encuentro cultural’, ‘Las expectativas de los estudiantes de Bachillerato de realización de estudios universitarios y su relación con el género y la cultura de procedencia’ y ‘El Proyecto Lingüístico de Centro (PLC) para afrontar los retos de la sociedad plurilingüe. En el trabajo también se efectúa un análisis de las actitudes ante diversas realidades sociales en Melilla y se profundiza en “la percepción social de la relación hombre-naturaleza en contextos multiculturales.
La solución pasa por construir centros y cotar con más cupo de profesorado
Belmonte efectuó ante los presentes un diagnóstico general de la realidad educativa en Ceuta y Melilla en términos estadísticos a partir de fuentes oficiales para incidir en la realidad más o menos conocida por todos que sitúa a las ciudades autónomas en el furgón de cola de España y el resto de la Unión Europea en términos de ratios de alumnos por unidad o profesor, de escolarización temprana... “No hemos sabido convencer a las sociedades de las ciudades autónomas y a sus partidos políticos para luchar por tener unos niveles educativos equiparables a los del resto del país, no más”, lamentó el sindicalista, “y el resultado se traduce en los niveles de éxito académico del alumnado”. El hecho de que, tanto en una ciudad como en otra, parte de los estudiantes tengan una lengua materna distinta al castellano tampoco contribuye, todo lo contrario, a aliviar la problemática y el “tremendo estrés” que supone para los docentes trabajar hasta con un 30% más de niños por clase de lo que lo hacen los de otras Autonomías. Belmonte opina que la solución no pasa, por tanto, solo por construir nuevos centros escolares sino también por más cupo docente.