La portavoz del Gobierno y consejera de Medio Ambiente, Yolanda Bel, adujo ayer problemas “desde el punto de vista de la sanidad animal” para justificar la situación actual de la mona negra de mangabey que está en San Amaro.
Según la consejera, el principal escollo es obtener la aprobación del Puesto de Inspección Fronteriza de Algeciras, y en caso de obtenerla, “sí” estaría dispuesta a autorizar el traslado.
Sin embargo, la realidad legal es que este espécimen en particular se dirige a un centro de cuarentena y, tal y como se explicaba en la carta enviada desde el departamento de rescate de AAP Primadomus, “ni la ley europea ni el santuario para animales exóticos de AAP requieren ningún tipo de test médicos” para la mona negra de mangabey.
La carta de AAP menciona, en concreto, la directiva del Consejo Europeo 1999/22/CE, relativa al mantenimiento de animales salvajes en parques zoológicos. Se trata de una directiva que se adaptó en España a través de la ley 31/2003, de 27 de octubre, de conservación de la fauna silvestre en los parques zoológicos.
Tal y como continúa la carta enviada por AAP: “Todos los nuevos animales que llegan permanecen en cuarentena por lo menos entre seis y ocho semanas. Durante este periodo se realiza un extenso examen (bacteriológico, de parásitos y de virus) en cada ejemplar para evitar riesgos médicos tanto para nuestro personal y para los otros animales. AAP ha sido autorizada bajo la directiva europea de parques zoológicos (99/22/EC) y es un miembro asociado de EAZA”.
Según aseguró ayer la portavoz del Gobierno y consejera de Medio Ambiente, Yolanda Bel, el Gobierno va a velar “por la mejor situación de los animales”. En este caso, la opinión de los primatólogos de AAP es que estaría mucho mejor en un ambiente en el que se pudiera socializar con otros primates de su especie, en este caso un macho solitario. Además, se trata de una especie que trepa entre los árboles, cosa que en la jaula se ve limitada debido a que esta tiene una altura.
Los únicos análisis sanitarios que precisa este ejemplar hembra de mono negro de mangabey, según la legislación vigente, es una prueba que acredite que no tiene parásitos ni tuberculosis. Unos análisis que ya están hechos y son válidos, y que se podrían volver a realizar sin ningún tipo de problema.
El "informe técnico": Aunque los trabajadores de Obimasa no estaban autorizados a hablar sobre el “informe técnico” que la viceconsejera de Calidad Ambiental, Celinia de Miguel, aseguró haberles encargado, El Faro ha podido saber que ese informe no se había encargado el sábado, cuando De Miguel dijo eso. Celinia de Miguel también aseguró no conocer la marcha en noviembre de dos macacos de berbería al santuario de AAP Primadomus, pero en realidad estaba entre sus competencias autorizar tal traslado que sí se realizó y que ha mejorado la situación de esos dos monos.
El cites, el único trámite necesario: El único trámite burocrático que queda por hacer para que se autorice en el PIF el traslado de la mona de mangabey no tiene nada que ver con “requisitos desde el punto de vista de la sanidad animal, la salubridad y medio ambiental”, tal y como aseguró Yolanda Bel. El único requisito es enviar al Ministerio los papeles que certifiquen que no es un animal cazado ni obtenido de forma ilegal por parte de la Ciudad Autónoma. Se trata del cites (Convenio Internacional del tráfico de especies). Este trámite tardaría unas dos semanas, y no habría problema puesto que la mona viene de un decomiso.