El acuartelamiento de González Tablas, en Ceuta, ha acogido la celebración del Viernes Regular contando con la participación de una escuadra de gastadores del Tabor Tetuán, mando y plana mayor de mando del Tabor Tetuán, Nuba del Grupo de Regulares número 54, la unidad de música del batallón y cuatro compañías del Tabor.
El acto ha sido presidido por el segundo jefe, Fernando Rocha, quien ha mandado un mensaje de fuerza a Musa Ahmed, el militar gravemente herido en el accidente de moto ocurrido en la carretera del Serrallo y que está ingresado en el hospital.
Hoy se han nombrado regulares de honor a Begoña Flores Gómez y a Habiba Mohamed Miludi. De la primera, maestra especialista en educación especial del centro de San Antonio, se ha destacado su especial “dedicación y entrega” a la familia Regular materializada en su labor docente y asistencial a Ilias, hijo de Ikram y del cabo de regulares, Isman Adel-lah. “Pese a estar aquejado de patologías desde su nacimiento disfrutó de su derecho a la educación hasta que falleció hace unos meses con apenas 7 años de edad”.
De Habiba se ha destacado su apoyo a todos los regulares lo que queda reflejado en los ámbitos públicos y sociales, dándose la circunstancia de que es hija y nuera de regulares y tener a varios familiares en el Grupo. Residente en la barriada del Poblado Regulares, ejerce de interlocutora y protectora de las viudas de los veteranos regulares.
Ambas se han encargado de hacer la entrega de la corona a los Caídos.
Como regulares distinguidos han sido nombrados además el cabo J. Cervantes y los regulares J. Torres, A. Villalta, D. Venegas, A. Pozo y J. García.
El coronel jefe de Regulares ha reconocido en su alocución a la gran familia Regular que son los “herederos y depositarios de un denso pasado glorioso, protagonistas de un exigente y demandante presente y constructores de un futuro que, a buen seguro, seguirá siendo brillante cuando los que hoy aquí formamos ya no estemos en la lista de revista de la unidad”.
En este Viernes Regular se ha recordado al sargento Carlos Zarraluqui en Beni Salach, siendo ejemplo de un sacrificio máximo. “Es imposible añadir algo que sea relevante al relato de los hechos que protagonizó. Sobran las palabras, hechos como este y otros de similar dimensión, son los que han construido la leyenda de las Fuerzas Regulares: fuerzas sacrificadas, humildes, valientes sin aspavientos ni estridencias, sirviendo calladas y abnegadas, día a día, siempre en vanguardia, sin esperar recompensas, dándolo todo, hasta lo más valioso, para proteger a los demás…fieles siempre hasta morir”.
Historia de los regulares pero también presente, como bien ha apuntado el coronel. “Los que hoy formamos Regulares sí estamos seguros de que nuestro presente es muy exigente porque nos gustaría estar a la altura de lo que se nos demande. Cada día, callados, sacrificados, abnegados, preparándonos para dar lo mejor por los demás. Duros ejercicios fuera de casa, largas horas de servicio, meses de operaciones en el exterior, noches en blanco de desvelos, dolores y lesiones que arrastramos en silencio, sacrificios familiares y personales que sólo nosotros sabemos hasta dónde alcanzan”.
“Como ha demostrado el Tabor en su último ejercicio en Chinchilla o como en estos momentos hacen nuestros compañeros que se preparan para integrarse en breve en la misión de la OTAN en Irak. Mucho trabajo en silencio, con humildad y sin medir el esfuerzo. Siempre un poco más, un día más, un esfuerzo más…”, ha recordado.
El coronel ha tenido palabras de cariño y respeto hacia Begoña y Habiba, nombradas regulares de honor porque son un ejemplo de “servir a los demás, muchas veces en el anonimato, sacrificándose por el prójimo sin pedir nada a cambio, entregando girones de sus vidas para mejorar las de los demás; en el caso de ellas, precisamente para apoyar a los más débiles, a los más inocentes o a los más desvalidos. Gracias a las dos, Begoña y Habiba, por aceptar el que hoy os incorporemos a nuestras filas Regulares. Porque, en realidad, el honor de poder contar con vosotras entre nosotros es nuestro, y no al contrario”.
Con el himno de regulares y el desfile ha terminado este acto en el que se ha tenido presente la efeméride de la concesión de la cruz laureada de San Fernando al sargento Carlos Zarraluqui.
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