Soledad Becerril completó ayer, en apenas unas horas, el recorrido a lo largo de algunos de los puntos que evidencian la condición de Ceuta como vigilante de la frontera sur de la Unión Europea.
No en vano, buena parte de las recomendaciones y sugerencias de la institución que dirige, la Oficina del Defensor del Pueblo, giran en torno al fenómeno migratorio y sus efectos colaterales. La visita le llevó a primera hora de la mañana, recién llegada en helicóptero, hasta el perímetro fronterizo, donde horas más tardes aseguraría que se había percatado de las “dificultades del paso, los problemas, el número de vehículos y de personas que entran y salen cada hora, y de las necesarias mejoras que se harán con los fondos europeos que se van a librar para ese paso y poder atender así a todo el mundo en mejores condiciones”. La segunda etapa, también acompañada como en la primera por el delegado del Gobierno, Francisco Antonio González, y por el teniente coronel de la Guardia Civil, Andrés López García, le haría pisar el CETI, para cuya gestión sólo encontró elogios.
No hubo, sin embargo, tiempo para poner un pie en la Plaza de los Reyes, el céntrico espacio que en parte ocupa desde hace casi 40 días el grupo de sirios que reclama su pase a la Península. “No, no he ido”, se limitó a responder a la pregunta de un periodista. La exministra y exalcaldesa de Sevilla sí asumió que su institución sabe “del problema” que arrastra el colectivo de esa nacionalidad,“ algunos están en el CETI y otros en la ciudad”, y que asume “la preocupación del presidente [Vivas] por la situación de estas personas”. ¿Valoración? Escueta, porque pese a su condición de Defensora del Pueblo no es “presidenta de la comunidad” y eso le impedía ayer “decir qué deben hacer” otras autoridades. “No me corresponde”, insistió. Su lectura sobre el laberinto burocrático y humanitario enraizado a un puñado de metros de la Delegación del Gobierno es que “España, en conjunto, debe mejorar el sistema de asilo y su tramitación, como lo han hecho otros países de la UE”. Algo que a juicio de Becerril implica “resolver mejor la situación de las personas que piden protección internacional”, en la línea de los socios comunitarios “que lo hacen mejor”. La solución pasaría, en su opinión, por “modificar nuestras actuaciones”, quizás imitando “los procedimientos de protección o concesión de protección internacional que permiten la entrada de personas que llegan perseguidas por conflictos bélicos, o que emigran como consecuencia de la guerra”.
El principal obstáculo, adujo, es que “para nosotros [España] esto es una situación relativamente nueva y no hemos encontrado hasta ahora el procedimiento más ajustado y más conveniente para tramitar el asilo” de los solicitantes. “Esto se da ahora, no se daba hace unos años, y esta situación no la teníamos”, subrayó en su explicación.
Invitación a Malmström
Becerril –que a primera hora de la tarde se entrevistó durante casi una hora con el presidente de la Ciudad, Juan Jesús Vivas, tras firmar en el Libro de Oro– tuvo tiempo también de reconocer que le habría “gustado” que la comisaria europea de Interior, Cecilia Malmström, visitara Ceuta y Melilla tras sus polémicas declaraciones en torno a los sucesos del 6-F . “Más que hablar en Bruselas o desde Bruselas, debería haber venido para ver los problemas cotidianos de la ciudad y las circunstancias de una frontera que es la de la Unión Europea”, declaró. La Defensora aconsejó que “además de contar con presupuesto para ayudar y mejorar la frontera, debería haber venido a verlo”. Confesó que se lo ha solicitado vía Ministerio de Asuntos Exteriores. “Pero creo que no me hace mucho caso”, asumió.
Sobre la respuesta ciudadana ante el fenómeno migratorio, no albergó dudas: “Toda la ciudad, los vecinos y los responsables políticos, atienden muy bien, con ayuda, humanitariamente, a las personas que llegan en la mayoría de los casos de manera no legal. Ceuta es ejemplo de buen comportamiento”.
Acompañada por Vivas y González Pérez
Becerril aterrizó en el Helipuerto a la 9:45, donde la esperaban el delegado del Gobierno y el teniente coronel de la Guardia Civil. Con ellos visitó el perímetro fronterizo y el CETI. Ya por la tarde se trasladó hasta el Palacio Autonómico, donde mantuvo una entrevista con el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, durante una hora. Antes había firmado en el Libro de Oro. A última hora de la tarde regresaba a la Península, aunque varios de sus asesores continuarán hoy en Ceuta. Fotos: QUINO
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