Un bebé ‘sin papeles’ que no puede ir a Ceuta

Este pasado martes se cumplieron siete meses del cierre del Tarajal. Son muchos los que afortunadamente han podido regresar ya a sus casas tanto en Marruecos como en España. Mujeres que cruzaban el pasillo humanitario hace unas semanas, con sus niños recién nacidos incluso. Pero también son muchas las personas que aún no han tenido esa suerte.

Este es el caso de Chaimae Messari, una marroquí de 28 años residente desde hace tiempo en Ceuta, donde nació su primer hijo de tres años y donde pretendía que naciera su segundo hijo en julio, pero no fue así.

Chaimae viajó con cinco meses de embarazo a Marruecos el mismo día que cerraron la frontera. “Se escuchaba que iban a cerrarla, pero no era nada exacto y tampoco habían informado a los ciudadanos de Ceuta o a las personas que trabajan en Ceuta nada de que iban a cerrar la frontera”, por lo que decidió visitar a una amiga que es como su hermana que se había operado recientemente y quería ir a verla.

“Tenía pensado dejar a mi hijo con mi madre en Ceuta porque iba a visitar a mi amiga y volvía enseguida porque estaba en los últimos meses de embarazo. Pero justo antes de salir, a mi madre la llamó su jefa y le dijo que no podía cogerse unos días, que al día siguiente le tocaba trabajar, así que me traje al niño conmigo”, comentó.

El mismo día que llegaron a la ciudad marroquí de Río Martil a las doce de la noche se enteró de que habían cerrado la frontera con Ceuta. No quería tener a su hijo en Marruecos, tal y como denunció hace unos meses para El Faro. Pero ese momento llegó el 20 de julio y “al final mi bebé nació aquí”.

“Cómo voy a dejar solo a mi hijo que es un bebé de dos meses aquí en Marruecos?”

Más allá del miedo a que ella o su niño, Barae, cogieran el Covid-19, los problemas vinieron después de nacer el bebé. Con la partida de nacimiento, Chaimae fue hasta el Registro Civil en Martil y le sacó el pasaporte marroquí al niño para poder llevárselo consigo. Fue entonces cuando llamó al Consulado de Tetuán para ver cuál era el siguiente paso para conseguir volver a Ceuta.

“Les expliqué que yo soy residente en Ceuta y madre de un niño español, y me dijeron que podía ir a primera hora de la mañana para coger número y registrar al bebé en la ventanilla del Registro Civil. Fui hasta allí un lunes a primera hora, pero me dijeron que no podían hacer nada por mí porque mi hijo ha nacido aquí. Y les expliqué que yo sí soy residente en Ceuta y me quedé aquí atrapada por el Covid, no porque quisiera, sino que era un problema mundial”, relató.

La respuesta, según cuenta Chaimae, fue que debía ponerse en contacto con las navieras o con la aerolínea que volaba a España para ver si con el pasaporte marroquí podía viajar Barae. “Llamé al puerto de Tánger y les expliqué todo y me preguntaron que quién me había dicho eso, que no era así y que era el Consulado el que tiene que darme una autorización para que junto con el pasaporte mi niño pueda viajar conmigo a España. Pero sin ese permiso mi niño no puede pasar”, continuó.

Por eso, volvió al Consulado hace unos días y la respuesta fue la misma. “No podemos hacer nada. La solución es que deje a mi niño pequeño aquí en Marruecos y me vaya con el mayor para Ceuta, que él y yo si podemos volver porque yo soy residente y el mayor tiene pasaporte español. Pero el bebé no lo puedo llevar conmigo. ¿Cómo voy a hacer eso: dejar solo a un bebé de dos meses aquí? ¿Qué madre lo haría?”, cuestionó.

Por la salud de sus hijos y por la suya, Chaimae pide poder volver a Ceuta, a su casa en Loma Colmenar, para reunirse con su familia y poder solucionar la documentación de su hijo Barae. “Yo no vivo aquí, mi vida y mi familia toda está en Ceuta y me quiero volver, no quiero quedarme aquí. Si no lo hacen por mí, que lo hagan por mi hijo mayor, que es español y tiene su vida allí. Aquí no tenemos nada, si no fuera por mi familia que me está ayudando nos hubieramos muerto de hambre. No duermo y no paro de llorar todos los días porque no encuentro una solución. El único día que fui feliz fue cuando nació mi bebé”, lamentó la joven.

La otra cara del cierre de la frontera: los niños

El cierre de la frontera también lo protagonizan los niños españoles que viajaron con sus padres de origen marroquí a Marruecos antes de que comenzara el estado de alarma. Niños que están atrapados en un país que no es el suyo y muchos que hasta nacieron allí sin querer.

“Dicen que a los marroquíes que se quedaron en Ceuta los van a sacar, pero nadie habla de los ceutíes que estamos atrapados en Marruecos. Somos muchas las mujeres que vinimos embarazadas que estamos en esta situación. Llamé al consulado y me dijeron que tenía que apuntarme para volver en el barco, pero si no tengo dinero ¿cómo voy a ir?”, relató Chaimae.