"Es insalubre e inseguro". Para muchos padres y madres llevar a sus hijos al Colegio de Educación Infantil y Primaria
Juan Morejón de Ceuta se ha convertido de un tiempo a esta parte en una odisea. La entrada que da a la
barriada del Polígono es un campo de basura, cristales rotos y excrementos de animales. La mejora de la vigilancia y las multas disuasorias son algunas de las medidas que imploran los afectados por esta situación.
"No es algo puntual, estamos desesperados", cuenta Ángel; su hijo de cinco años lleva ya dos en el centro educativo y asegura que "siempre ha estado así". Las denuncias se han sucedido: a Urbaser, a
Trace, a la
Policía Local... ahora toca esperar una solución. Hasta la fecha no ha habido desgracias mayores, "al menos que se conozcan", pero no hay día que algún niño no llegue lleno de restos fecales al intentar sortear los excrementos: "Es imposible". A su vez, las bolsas de basura con desechos domésticos lucen intactas fuera de los contenedores y los botellines y latas de bebidas riegan la calle.
El Polígono cuenta con numerosos
vecinos y la calle en la que se ubica el acceso al colegio para los niños más pequeños es una
concurrida zona de paso y reunión social. "Hemos hablado con algún operario que trabajaba en la zona por la mañana, pero claro, si por la noche la gente hace vida en la calle y deja restos, es normal que no haya dado tiempo a recogerlo", lamenta Ángel. Él no duda de su profesionalidad, por lo que intuye que el camino para terminar con la suciedad deberá ser otro.
"La Policía Local tiene que hacer algo, a lo mejor vigilar más y poner a alguna multa a los vecinos que no recojan los excrementos de sus perros, o puede que haya que limpiar más, pero hay que hacer algo", suplica el padre.