Ceuta y la ciudad hermana de
Melilla reciben este año dos banderas negras más para sus
costas. Así lo ha publicado un año más Ecologistas en Acción que realiza un análisis de los casi 8.000 km de las costas españolas. En esta edición, el informe 'Banderas Negras 2020' ha considerado aquellos casos más característicos de afecciones por contaminación y mala gestión ambiental. En el informe se han asignado dos banderas negras a cada provincia litoral, más Ceuta y Melilla, por lo que suman un total de 48 casos. En nuestra ciudad la contaminación, detallan en el informe, se centra en el tramo de costa entre el litoral de Fuentecaballos y la Playa del Sarchal y la zona de cría del Puerto de Ceuta causado por la “sobrepesca y el abandono de la gaviota de Audouin”. Y la mala gestión por el “espacio pelágico costero y línea litoral asociada a la bahía norte”. Respecto a Melilla la contaminación de sus costas se debe a “la ampliación de la desaladora sin emisario”, y la mala gestión se debe al “mal funcionamiento de la estación depuradora”, según el informe. A nivel nacional, este año, se han vuelto a asignar algunas banderas recurrentes que ya obtuvieron el galardón en el año 2019, como por ejemplo el sistema de saneamiento de Gijón (Asturias), el proyecto del puerto de Fonsalía (Sta. Cruz de Tenerife) o el Mar Menor (Murcia), cuya situación sigue agravándose con el paso del tiempo. Los datos del informe no obvian la crisis sanitaria, económica y social derivada de la COVID-19 que estamos viviendo. Por ello, y en primer lugar, Ecologistas en Acción se solidariza “con todas aquellas personas que han sufrido alguna pérdida o están en situación de vulnerabilidad y pasándolo mal”. Asimismo, señala las causas y las consecuencias de esta crisis, que podría pensarse están muy alejadas de posibles efectos en la costa y, sin embargo, muestran una doble amenaza a estos ecosistemas.
Causas y consecuencias de la crisis sanitaria en el ecosistema
Los residuos generados por la
crisis sanitaria: cada vez son más habituales las imágenes que muestran que los residuos de mascarillas y guantes, mal gestionados, están llegando a playas y mares.
También la desregulación urbanística como salida a la crisis social y económica, porque cada vez son más las autoridades regionales que están mostrando su preferencia por tirar una vez más del “ladrillo” como solución a estos problemas.
El informe 'Banderas Negras 2020' da cuenta de problemas sin resolver
– Diecinueve banderas negras por vertidos de aguas sin depurar. – Ocho banderas negras por especulación urbanística. – Seis banderas negras por afecciones industriales. – Seis banderas negras por puertos y cruceros impactantes. – Cinco banderas negras por erosión costera y obras. – Dos banderas negras por afecciones a la biodiversidad. – Una bandera negra por acumulación de basuras. – Una bandera negra por más de una causa concreta. Al igual que en los años 2018 y 2019, el mayor problema del litoral español -y que este informe recoge- se centra en los vertidos de aguas y su mala depuración. 2020 es el año que mayor número de denuncias sobre vertidos y depuración ha recibido de estos últimos seis años. Este caso es significativamente destacable, lo cual nos lleva a plantearnos si desde la primera sanción en 2018 por parte de la UE se están tomando las medidas necesarias para resolver esta grave deficiencia. Por último, Ecologistas en Acción insiste en su informe en la grave amenaza que suponen para muchas playas los temporales como el Gloria. En este punto invita a cuestionar la ‘nueva normalidad’, y a lanzar la reflexión sobre la gestión de estos entornos. “Debemos reflexionar si la respuesta a estos temporales va a seguir implicando una ingente cuantía económica para restaurar las infraestructuras dañadas, o si debemos plantear un nuevo modelo de gestión que esté integrado con el medio natural”.