“Ayudar a traer vidas al mundo no tiene precio”

La Unidad Docente de Matronas del Hospital Universitario recibirá hoy en el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad el ‘Premio a la Unidad Docente 2011’ que, en su segunda edición, ha concedido la Unión Española de Sociedades Científicas de Enfermería (UESCE). En representación de la unidad docente ceutí recogerán el reconocimiento Luciano Rogríguez y Juana María Vázquez. Un galardón que, para Rodríguez, representa un “todo un orgullo”.
-¿Cuándo y cómo recibió la noticia?
–Pues estaba cenando en Madrid, cerca de la plaza de Sol, y me llamó mi compañera Juana María Vázquez para decirme que nos habían concedido el premio. Ambos conversamos muy emocionados y recuerdo que no dejé de botar mientras hablábamos. No pude ni dormir esa noche. Y es que cuando se congregan 45 asociaciones y sociedades de Enfermería a nivel nacional y deciden que la Unidad Docente de Matronas de Ceuta se merece semejante reconocimiento por su aporte científico, pues la verdad es que pone los pelos de punta.
-La UESCE ha explicado que el premio les es concedido en reconocimiento a su excelencia desde la óptica de la formación. ¿Cuál es la actividad que desarrollan en este ámbito?  
–La actividad formativa de la Unidad de Matronas se desarrolla desde diferentes campos. Por un lado, está la Unidad Docente en la que formamos a futuras matronas. Por otro lado, trabajamos en la formación externa junto a determinados organismos, como los colegios de Enfermería o la Fundación para el Desarrollo de la Enfermería (FUDEN). También participamos en diferentes publicaciones, como el primer protocolo de atención al parto y, además, nos ocupamos de la formación a diferentes órganos, como el Cuerpo Nacional de Policía. Por otra parte, estamos coordinados con otras unidades docentes de matronas como Málaga, Cádiz o Madrid, que nos llaman para preparar temáticas relevantes, como la atención al parto intrahospitalario.  
–Concretamente, la UESCE hace referencia a las aportaciones realizadas por la Unidad Docente de Matronas del Hospital Universitario, basadas en soportes audiovisuales elaborados por su compañera Juana María Vázquez y por usted. ¿A qué material se refiere?  
–Se trata de un material audiovisual elaborado en el hospital Costa del Sol de Marbella, en 2007,  que recoge cómo se atiende un parto. Es un parto en vivo, en el que vamos explicando paso a paso cómo se practican diferentes técnicas: cómo se saca el niño, cómo se corta el cordón umbilical, etc. Ese video se presentó al Ministerio de Sanidad y éste le dio difusión. Fue el primer video de atención al parto editado en España. A partir de ahí se realizaron dos videos sobre la misma temática: uno dirigido a profesionales y otro dirigido a la ciudadanía en general.    
–¿En qué consiste el premio?
–El premio no tiene dotación económica. Es un reconocimiento científico y social en nuestro área de trabajo. La Unidad Docente de Matronas participa en la formación y comparte con el resto de sociedades algo que resulta útil. A nivel personal, el concepto económico no supone nada, pero recoger en el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad este reconocimiento por nuestra labor y aportación... Eso sí es importante para todos nosotros.
–¿Cuántos años lleva usted ejerciendo esta profesión?
–Seis años. Considero que es una de las profesiones más bonitas que pueden existir. Personalmente, amo lo que hago; para mí es una motivación. El hecho de ir a trabajar al hospital y ayudar a las mujeres a traer a sus hijos al mundo me parece que no tiene precio. Cuando echo la vista atrás, recuerdo mis inicios con algunos partos críticos y cómo esas mujeres valoran que has estado ahí; son momentos muy emotivos. También mantengo el contacto con muchas mujeres a las que he ayudado en el parto. Sin duda, ese es el mejor regalo.      
–¿Cree que se trata de una profesión exclusivamente de mujeres?  
–No. Es cierto que el término ‘matrona’ se identifica más con las mujeres porque han sido ellas las que tradicionalmente han ejercido esa labor, pero no considero que sea una profesión exclusiva de la mujer. Más bien creo que en esta faceta, como en tantas otras, hombres y mujeres se complementan. Lo bueno para la parte masculina es que, además de la atención al parto, te formas como padre. Las mujeres, por su parte,  aportan seguridad, tranquilidad y, sobre todo, fuerza.  
–¿Qué le impulsó a dedicarse a este trabajo?
–Hace años conocí a una matrona en Cádiz que iba por las casas atendiendo partos y resulta que estuve haciendo la rotación de Enfermería con ella. Esta mujer me dijo un día que había llegado  al mundo de la Sanidad para traer vida al mundo y, desde luego, aquella frase me marcó.
–¿Es una labor estresante?  
–Tiene momentos estresantes porque no hay que olvidarse de que participas en dos vidas. Hace tiempo, tuve la desgracia de vivir la muerte de un bebé y es lo peor que puede ocurrir. Se vive muy mal; es muy duro. Y me ha pasado más veces porque, desgraciadamente, Ceuta es una de las poblaciones en las que hay una mayor tasa de mortalidad, principalmente, por los embarazos no controlados de Marruecos. Pienso que nunca se está preparado para eso y que la formación también debería encaminarse a tratar estas situaciones.