Se llama Soufiane Bouazzati, 30 años y marroquí. Otro joven más al que colocar la etiqueta de desaparecido pero esta vez con la inquietud de una familia que le perdió de vista en Ceuta y que no tiene recursos siquiera para poder corroborar si está detenido, en el hospital o incluso muerto.
Cuesta entender que una ciudad fronteriza no disponga de enlace alguno que resuelva las constantes dudas de familias que solo buscan una información.
A Soufiane se le pierde la pista hace un año. Este joven cruzó a Ceuta y se quedó aquí trabajando sobre todo en obras de construcción. Una manera de salir adelante y poder mantenerse hasta que dejó de tener contacto con sus familiares.
Su madre desesperada solo pide que si alguien lo ha visto o sabe de su paradero informe sobre su estado, ofrezca datos sobre cómo está y dónde.
Nacido en marzo de 1993 en Marruecos cruzó a Ceuta hace más o menos un año, aquí vivió manteniéndose con los trabajos que realizaba en obras. Su familia estaba tranquila porque sabía que más o menos vivía bien. Así ha sido hasta la fecha cuando se agotó toda comunicación.
Afectado por una enfermedad que le obliga a medicarse por problemas de afección mental, la familia teme que le haya podido ocurrir algo. No tienen a quién recurrir y piden a través de El Faro cualquier ayuda, cualquier dato para localizarle.
En Ceuta residen conocidos de esta familia, así que cualquier persona que pueda tener información sobre su paradero solo tiene que llamar a este periódico (956524035) o comunicarlo a través de nuestras redes sociales o página web.
La familia está angustiada sobre todo porque la comunicación con el joven se ha cortado de forma radical y temen por tanto que haya podido ocurrir alguna incidencia grave.
este chaval sufian esta en la carcel