A sus 26 años el marroquí Ayoub El Asely aspira a buscar un futuro asociado a lo mejor que sabe hacer: competir. Cruzó a Ceuta desde
Marruecos a nado cargando una mochila de reconocimientos deportivos. Campeón de
taekwondo y tricampeón de liga, lleva cinco meses en la ciudad con la confianza de que alguien se fije en él y pueda demostrar el nivel que adquirió en su país para competir en España. “Solo quiero continuar con mi deporte y lograr mis sueños aquí”, explica en una entrevista mantenida con este periódico.
Ayoub
se marchó de su país creyendo que aquí encontraría oportunidades, siguiendo esa tendencia de otros jóvenes que arriesgan la vida en pases complicados que han dejado
muertes y desapariciones. “Busco apoyo para competir en España y conseguir campeonatos del mundo. Soy una persona ambiciosa y he sacrificado mi vida para alcanzar mi sueño”, detalla.
Eso es lo que le llevó a echarse al mar cargando sus logros en forma de fotografías recogidas en su teléfono móvil. Fotos y vídeos que muestran competiciones que ha llevado a cabo o momentos con las medallas. Ayoub pasa los días en el
CETI en donde hay acogidos otros marroquíes además de argelinos, sirios, subsaharianos, yemeníes… un crisol de culturas que encuentra en este centro una residencia temporal cuyas entradas son sometidas a criterios de la propia administración.
Detrás de las llegadas que se producen buscando el bordeo de espigones hay historias preñadas de anécdotas, de intentos de superación, de búsquedas y aspiraciones que navegan confusas en un mar que ha dejado muchas tragedias. Ayoub sigue entrenando y guardando las pruebas en las que compitió, sus trofeos y medallas, así como los reconocimientos que ha obtenido con esta práctica deportiva. Quiere intentarlo en España, sabe que es complicado pero mantiene la esperanza de conseguir al menos una prueba para demostrarlo.