Avalanchas, heridos y apedreamientos en los polígonos tras el ‘puente’ navideño

Mañana frenética en los polígonos del Tarajal tras el parón del ‘puente’ navideño. Después de cinco días sin actividad debido a las fiestas navideñas y al fin de semana, los porteadores colapsaron esta zona comercial y protagonizaron avalanchas que dejaron varios heridos, entre ellos dos agentes del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) –uno de ellos sufrió desgarros musculares pero no revestía gravedad y el otro presentaba rasguños– y también algún comerciante.

En la zona de hombres se vivieron momentos de auténtica tensión no sólo por avalanchas de un importante número de personas sino también porque los porteadores se mostraron violentos lanzando a los agentes piedras y otros objetos.
La avalancha más peligrosa se produjo poco antes de las doce del mediodía, cuando dos agentes resultaron heridos. El grupo  del CNP destinado en los polígonos se tuvo que emplear al máximo para controlar la situación y los porteadores se retiraron introduciéndose en algunas naves y dejaron la mercancía en la calle. Poco después cerró el Biutz y los comerciantes tuvieron que recoger estos paquetes para guardarlos de nuevo en las naves ya que no se permitió que cruzaran a Marruecos.
Las autoridades del país vecino optaron por restringir la entrada de porteadores a Ceuta debido a que los polígonos no podían soportar más carga, y éstos estuvieron por la mañana entrando a cuentagotas.
En algunas zonas de los polígonos, concretamente en la de hombres, había lugares donde se amontonaban paquetes y los porteadores se subían encima para tener así una visión privilegiada entre tanto volumen de personas y ver cómo avanzaba la cola. La zona de mujeres también estaba colapsada y la cola comenzaba en la frontera, para después acceder a los polígonos por la puerta lateral.
Tal y como indicaron empresarios a este medio, los días sin actividad ha hecho que la cuantía que cobra cada porteador por pasar un paquete ascienda a unos 40 euros, por lo que la mayoría aprovechaba para pasar dos –uno enganchado en la espalda y otro rodando–, ya que se prevé otro parón de actividad para Año Nuevo. “El precio que cobran los porteadores depende de la demanda. Esto es como la bolsa”, comentaba un comerciante.
El tamaño de los bultos que pasan por el Biutz ya es una batalla perdida desde que se suprimiera la seguridad privada en los polígonos ya que no hay nadie que lo controle. De esta manera, ayer estaban pasando paquetes mucho más grandes de los 60x40 centímetros que se estipularon. Desde la coordinación se dice que mientras no exista seguridad privada –numerosos empresarios piden que se restablezca– no se puede controlar el tamaño de los bultos, por lo que si continúa la ausencia de vigilantes, seguirán siendo grandes.

Del 60x40 a dos paquetes por persona

El tamaño de los bultos es de nuevo un asunto sin control debido a que al no haber vigilantes de seguridad privada, nadie lo puede controlar. Ahora incluso la mayoría de los porteadores lleva dos paquetes –uno colgado y otro rodando o arrastrando–, con lo que aprovechan mejor el viaje pero las colas se hacen más peligrosas. En la mañana de ayer intentaban pasar hasta pequeños electrodomésticos, aunque los agentes no les dejaban pasar con algunos de estos paquetes. Muchos comerciantes alertan de que numerosos bultos no pertenecen a naves de los polígonos sino que salen de las consignas, lo que supone otro lastre para su desarrollo comercial. Por su parte, un amplio sector aboga por la vuelta de la vigilancia privada para controlar los bultos y agilizar el flujo.

“Menos mal que está este grupo”

Comerciantes que estaban ayer en la zona de mayor actividad de los polígonos destacaban que el grupo de la UIP que se encontraba de servicio conoce bien este destino, lo que facilitaba el control de la situación. “Menos mal que está este grupo, que lleva viniendo tiempo y conoce bien esto, sino no sabemos lo que podría haber pasado”, comentaba un empresario nada más suceder la avalancha. Una de las principales protestas de los empresarios ha sido siempre la ausencia de un protocolo de organización común a todos los grupos de la UIP, que se relevan cada 15 días en los polígonos. En el caso del que se encuentra de servicio estos días, ha venido a la ciudad en otras ocasiones y conoce ya el funcionamiento y las características de esta zona, algo que destacaron estos empresarios. Muchos de los responsables de negocios colaboraron ayer con los agentes para controlar la situación después de la avalancha, ya que los bultos se quedaron tirados en medio de la conocida como la calle del Río, o del Muro. Éstos volvieron a ser llevados a las naves.