Es una auténtica desbandada. Entre este sábado y hoy domingo, cerca de 70 marroquíes han conseguido llegar a Ceuta a nado. Y a esas cifras se suman los desaparecidos, porque los que logran llegar al arenal indican que otros compatriotas se han quedado en el mar. Las escenas de mayor presión se han vivido en la tarde de este domingo cuando en torno a las cinco y cuarto un grupo de entre 20 y 30 personas se han arrojado al agua para entrar. Ha sido un auténtico caos, con todos en el agua tanto en traje de neopreno como en bañador y todos entrando a la vez. Esto ha llevado a movilizar a la Cruz Roja, Salvamento y GEAS de la Guardia Civil además de agentes de otras unidades para sacar a todos del agua o, a los que llegaban por sus medios, atenderlos. Decenas de personas apostadas desde la orilla eran testigos de lo que estaba pasando.
Con esta entrada masiva, a plena luz del día y sin reacción de los agentes marroquíes, se ha producido el pase de entre 20 y 30 de un solo bordeo del espigón. A todos hay que sumar el goteo desde el sábado, con entradas que han llevado a que al menos dos personas estén en el hospital con hipotermia.
Y esta es la cifra que se conoce a esta hora, pero no se sabe cómo terminará el día porque son constantes los arrojos de gente joven al mar y la falta de control que está evidenciando Marruecos que no aborta ninguna salida.
Todos los inmigrantes serán acogidos en la nave del Tarajal en una situación que nunca antes se había visto hasta el momento. Porque nadie se esperaba que pudiera estar pasando esto y menos con esta evidencia de falta de reacción del vecino país tan clara. El freno al temporal que se ha producido esta tarde de domingo ha hecho que, al menos, las entradas de esta tarde sean menos duras que las que se vieron este mismo sábado.
¿Qué hay detrás de lo que está pasando en Ceuta?
Lo que ha ocurrido este fin de semana pero, sobre todo, este domingo ha desbordado y sorprendido a todos. La presión hay quien la entiende en clave política y la enmarca en el malestar de Marruecos tras convocar de urgencia al embajador español por acoger al líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, por razones humanitarias. Ese malestar, dicen fuentes consultadas por este periódico, podría estar detrás de lo que solo es el primer aviso del vecino país, materializado en un 'no hacer nada' ante la auténtica avalancha de personas que se han arrojado al mar. Pero no solo ellos, es que hay más. En el entorno del Ibis esperan unas 50 con ánimo de entrar. Y hay detalles que sorprenden a todos: los marroquíes se arrojaban al mar en trajes de neopreno pero muchos en bañador o con ropa de vestir. Es decir, aprovecharon la bajada de brazos de Marruecos, de unos agentes que no han ejercido control alguno, para tirarse al agua y llegar a Ceuta.
Esto es lo que se ha visto esta tarde. Ya están las hipótesis que cada uno quiera sacar de lo acontecido y la vinculación con la clave política que, siempre siempre, termina afectando a Ceuta o a Melilla. Si el sábado las imágenes fueron terribles, con guardias civiles a punto de volcar e inmigrantes a punto de morir, lo que se ha visto este domingo ha sido indignante. Entre las decenas de personas que han llegado destacaban sobre todo la gran cantidad de menores que había, de entre 13 y 15 años. Apenas niños.
Con gente yendo al mar sin cortapisa alguna y llegando a nado al Tarajal sin que las fuerzas de seguridad pudieran hacer algo más que atenderlos, organizar como podían los medios de que disponían y pedir colaboración. Así acudieron policías locales, nacionales, la Cruz Roja con todos sus medios, los GEAS de la Guardia Civil, Salvamento Marítimo, los agentes de las unidades varias de la Benemérita y por último se activó a la Atria. Más de 70 personas en dos días, una situación que ha descolocado a todos.
A la búsqueda de desaparecidos
Y lo grave de esta situación ya no son las cifras de los que han llegado o la ausencia de control de Marruecos. Es la gente desaparecida en el mar. El helicóptero de la Guardia Civil ha sido activado ante la desaparición de personas. Los GEAS han rastreado toda la zona, pero se sabe los que han llegado no los que faltan. Los que faltan de los que se han arrojado al mar hoy, pero también los del sábado. Son muchas familias las que están contactando con este periódico para preguntar angustiadas si sus familiares han llegado a Ceuta, porque no tienen noticias de ellos. Esto está pasando en la Frontera Sur, en donde queda en evidencia, hoy más que nunca, la falta de medios, la ausencia de todo tipo de control y, sobre todo, cómo repercute en una ciudad con pocos medios y menos infraestructuras la reacción que pueda tener Marruecos.
Las fuerzas de seguridad están alerta porque no se sabe qué puede pasar ni los que van a pretender cruzar en las próximas horas, dado el feo que hace Marruecos y su nula colaboración a pie de playa. En lo que va de año son más de 200 personas las que han entrado solo a nado y bordeando los espigones. Este fin de semana han sido encontrados dos muertos: uno marroquí identificado por su familia y otro joven del que se desconoce su identidad, todos en el lado del país vecino.