Ya lo adelantamos hace unos días. El equipo de gobierno está preparando una actualización importante de los presupuestos autonómicos que fueron aprobados a finales del pasado mes de diciembre y que entraron en vigor el uno de enero. Con la advertencia que se hizo durante el debate, en el sentido, de que el año 2012 iba a ser el que más expedientes de modificación de crédito iba a conocer en la historia de la vida municipal, lo cierto es que el que verá la luz a lo largo del mes de abril será de órdago a la grande. Porque todas las perspectivas económicas que se barajaban a finales de diciembre han ido a peores y todavía se desconocen los datos exactos de los Presupuestos Generales del Estado para este año que hasta el treinta de marzo no se aprobará en Consejo de Ministros.
Por esta razón, las órdenes dadas por el presidente de la Ciudad Autónoma, Juan Vivas, a la Consejería de Hacienda ha sido que la austeridad hay que llevarla hasta las últimas consecuencia. Seguramente una frase parecida que cuentan que dijo Mariano Rajoy a sus ministros en un Consejo de Ministros hace poco: "hay que ahorrar hasta llegar a dejar lo mínimo imprescindible". Avances
Y los técnicos de la Consejería, con su máximo responsable a la cabeza, vienen trabajando con esta filosofía desde hace algunas semanas, aunque algunos avances se habían hecho ya antes de la aprobación presupuestaria puesto que los supuestos varios han estado a la orden del día desde que comenzaron a redactarse allá por el mes de junio del año pasado. Luego faltará al final el cuadrar una vez estén los datos de los Presupuestos Generales del Estado.
Pues bien es de lógico que se hace necesario el ajustar el presupuesto de la Ciudad Autónoma en concordancia con el momento de recisión nacional que se está viviendo.
Por supuesto, que el presupuesto se considera completamente válido, pero que necesita de los ajustes lógicos para garantizar los ingresos y a partir de ahí ver hasta donde pueden llegar los gastos, porque la filosofía de estabilidad presupuestaria es sagrada.
Una de las primeras notas que marcará esa revisión a la baja del presupuesto de la Ciudad Autónoma aprobado el pasado mes de diciembre en que se van a centrar en lo esencial, es decir, en el mantenimiento de la calidad de los servicios públicos y de las prestaciones sociales.
Dos de los pilares sobre los que siempre ha girado la política del presidente Vivas a lo largo de los once años que lleva al frente de los destinos del Gobierno autonómico. Un tercer pilar, las inversiones, por primera vez en los años de ejecutivo del Partido Popular, deberán quedar reducidas a la mínima expresión porque literalmente no hay más dinero. Servicio público
En concreto, en relación con el mantenimiento de la calidad de los servicios públicos se busca por un lado el mantenimiento de los puestos de trabajo que a partir de los pagos que realiza la Ciudad a empresas privadas para el mantenimiento de competencias municipales o convenios con entidades permiten cubrir una serie de necesidades y a su vez ayudar en la lucha contra el desempleo.
Y sobre las prestaciones sociales, se sigue la tónica de que las partidas aprobadas en los últimos años, aunque sin incrementarse, sirvan por lo menos, para que los colectivos más vulnerables puedan seguir contando con el apoyo de la Administración autonómica y que a su vez redundan también en el mantenimiento de puestos de trabajo. Todos los programas serán revisados para examinar su necesidad Otras de las características principales de esa renovación que se va a emprender de los presupuestos municipales y que presentará en el mes de abril consistirá en que todos los programas que contienen los presupuestos van a ser revisados para examinar la necesidad de los mismos. ¿Qué significa la revisión de todos los programas que se incluyen en los Presupuestos? Pues concretamente que todos y cada uno de los citados programas deberá acreditar que es necesario, que es la forma más eficiente de alcanzar el objetivo, que ha sido útil anteriormente, que está relacionado con el empleo y que es posible dentro de la dotación presupuestaria del área.
Es decir que cada una de las Consejerías está en estos momentos analizando en profundidad cada una de las programaciones que incluyó en los presupuestos y que en su momento se le admitieron en la primera aprobación, porque ahora pueden correr en peligro si no cumplen con los requisitos que hemos apuntado con anterioridad.
Unos programas que pasaron un primer filtro porque algunos ya se habían quedado en el camino por los recortes que ya se introdujeron durante los meses de negociaciones de Hacienda con sus restantes compañeros de área. Desde luego, pasará como las obras que se incluían en el Presupuesto de Inversiones y que ahora quedarán aparcadas. Se dejarán a un lado al menos hasta que la tormenta de los recortes esté encima de todas las administraciones públicas y se podrán ir recuperando a medidas que los ingresos se pudieran ir recuperando en los próximos meses o años. Todo dependerá de como evoluciones la actual crisis. El Plan de inversiones con obras de mantenimiento Otro ajuste claro de los presupuestos de la Ciudad Autónoma que se reformará en profundidad en el próximo mes de abril y que debe ser conocido por un pleno de la Asamblea será el plan de inversiones.
Un plan de inversiones que ya había sufrido numerosos recortes a lo largo de su diseño antes de aprobarse en el plenario del mes de diciembre y que incluso se habían tomado precauciones para que no se produjera problemas con posterioridad. Una de esas precauciones, como ya se explicó en su día fue, precisamente, que no se iniciaría ninguna inversión si con anterioridad no se había obtenido la fuente de financiación, sea cual fuere.
A lo largo de estos días hemos publicado que de los trece millones que se habían presupuestado para este año en el Plan de Inversiones, concretamente en su primera anualidad porque tiene de duración hasta el final de la legislatura, resulta que nada más que se había obtenido un millón y medio de euros. De esos trece millones, todos procedían de créditos que se iban a solicitar a las entidades bancarias, pero nada más que se obtuvieron algo más del diez por ciento.
De ahí que la decisión haya sido drástica por parte del equipo de gobierno. Al menos durante este presente ejercicio el Plan de inversiones quedará reducido en la práctica casi a cero. Es decir, se quedará nada más que para las obras de mantenimiento y pequeñas obras para las empresas locales. Si no hay dinero, está claro que no se va a gastar, porque hay otras prioridades ahora mismo que esta situación.
Recordemos que las inversiones han sido el tercer pilar de la política de Vivas a lo largo de estos últimos once años, con un doble objetivo, por un lado la recuperación de Ceuta en cuanto a su atraso en determinadas infraestructuras y luego, la dinamización económica con un empuje de la administración públicas para la creación de puestos de trabajo en el sector de la construcción.
Por supuesto, que ello no quita que se abandonen todos los proyectos que están incluídos en este Plan de Inversiones, sino que en estos momentos quedará en suspenso hasta que la situación no vuelva a ser al menos no crítica y de necesidad como es ahora mismo. Son proyectos que siguen estando en la idea del Gobierno el acometerlos, pero cuando hayan desaparecido los nubarrones que pueblan la economía española y ceutí. Un empuje a la venta de activos como las plazas de aparcamiento El ejecutivo está dispuesto a batirse el cobre en la enajenación de las plazas de aparcamiento del Plan Aparca. Es otro de los extremos de esa reestructuración de los presupuestos que se realizará en el mes de abril.
Un empuje a la venta de estos activos como los aparcamientos. Recordemos que según se anunció en el pasado Consejo de Gobierno y ya adelantó este medio hace unos días, en la reunión gubernamental del próximo viernes se aprobarán los pliegos de condiciones que regirán la venta de estas plazas, tanto la de Polígono Avenida de Africa, como la de Terrones y sin olvidar la de San José.
Hablamos de más de novecientas plazas de aparcamiento que si se lograrán enajenar todas supondría una recaudación superior a los diez millones de euros. Tengamos en cuenta que ahora mismo existe un atraso de un año en la puesta a la venta de estos activos, porque los primeros pliegos supusieron problemas con determinadas asociaciones vecinales y debieron cambiarse para ajustarlos más a las peticiones de los mismos. Luego, nos encontramos con la reducción del crédito y por tanto con muchas personas que querían adquirir una plaza, pero que a lo mejor no contaban con la aprobación de una hipoteca para ello.
La idea que tiene el equipo de gobierno es el lanzamiento de una campaña de información a los vecinos de las tres zonas, con varias reuniones con todos ellos en sus locales y luego la instalación de oficinas en cada una de las barriadas para informar de todos los requisitos.
Por supuesto, si una vez finalizados los plazos quedaran plazas libres, ya entonces se abriría la adquisición de los mismos al resto de los ciudadanos.