La subida de los impuestos sobre el alcohol no han reducido las ventas de estos productos en Marruecos, sino todo lo contrario, el consumo de bebidas alcohólicas ha aumentado significativamente. De hecho, según apuntan los medios marroquíes como Rue20.com, el consumo de bebidas alcohólica se ha incrementado de tal forma que ha hecho que los ingresos ascendieran un 66,7 por ciento a finales del pasado mes de junio en comparación con el mismo período del año anterior.
Una situación que no se entiende del todo ya que los impuestos sobre este tipo de bebidas también se han incrementado en los últimos meses, encareciendo el precio final para los consumidores. Una explicación de este crecimiento en las ventas podría ser la gran afluencia de turistas extranjeros y el aumento del consumo por parte de la clase media marroquí.
El impuesto especial que grava el consumo sobre el vino, la cerveza y todo tipo de bebidas alcohólicas aumentó del 50 al 65 por ciento, lo que contribuyó en gran medida a aumentar los ingresos fiscales del país.
El impuesto especial sobre el consumo interno ha experimentado un aumento para el vino (de más del 76 por ciento), pasando de 850 a 1.500 dírhams por litro; la cerveza (aumentó también un 74 por ciento), pasando de 1.150 a 2.000 dírhams por litro; y el alcohol etílico puro (subió más de un 67 por ciento), por lo que su precio ha pasado de los 18.000 a 30.000 dírhams por litro.
El precio de la cerveza consumida habitualmente por los ciudadanos y visitantes en Marruecos ha aumentado, situándose en los 2,20 dírhams por unidad para la botella de 25 centilitros y 2,80 dírhams para la botella de 33 centilitros.
No obstante, la subida en los impuestos sobre las bebidas alcohólicas impulsa a los consumidores a revisar sus hábitos de consumo y a intentar conseguirlas más baratas, por lo que las autoridades se mantendrán vigilantes porque esto podría fomentar el contrabando.