AUGC y SUP, por la unificación

España tiene una asignatura pendiente desde la llegada de la democracia. A pesar de los cambios experimentados por su sociedad sigue sin tener un modelo policial moderno adaptado a las nuevas circunstancias. AUGC y SUP han dado recientemente un paso adelante para presentar su modelo de policía para el siglo XXI. Para las dos formaciones, mayoritarias en los dos cuerpos, afrontar ya el cambio de modelo policial se hace ahora más necesario por la crisis económica que está atravesando Europa, y sobre todo España y que no tiene visos de terminar. Por ello consideran que ha llegado el momento de que los responsables políticos se pregunten de una vez por todas que modelo policial queremos ofrecer a nuestra sociedad. Para AUGC y SUP no es posible seguir demorando este debate, entre otras razones porque es urgente optimizar los recursos humanos y materiales, que están sufriendo graves recortes por la crisis. Lo sencillo en situaciones como lo actual es recortar, pero hay otras salidas que supondrían soluciones de futuro, y no parches para sortear el presente.
El modelo que AUGC y SUP proponen busca una policía moderna, eficaz, formada para afrontar los nuevos métodos de delincuencia y sobre todo mucho menos costoso que el actual. España es el país de la Unión Europea con el ratio más alto de policías por habitante, pero no es el más seguro, porque con el actual modelo con más de 224.000 policías entre los dos cuerpos nacionales, los tres autonómicos y las policías locales repartidas a lo ancho del territorio no hay aprovechamiento de recursos y coordinación.
Este modelo que proponen AUGC y SUP busca precisamente aprovechar los recursos actuales y abaratar los elevados costes actuales. Pero sobre todo hacer frente al nudo gordiano que plantea la falta de coordinación de todo este ingente número de personal policial. Coordinación que ni siquiera se produjo, como han denunciado las dos formaciones,  entre los cuerpos policiales nacionales durante el mando único y que hace que el gobierno desconozca la magnitud real del problema que representa la criminalidad en nuestro país.
AUGC y SUP proponen un modelo policial cuyo eje central es la creación de un cuerpo policial civil a nivel estatal con todas las competencias que tienen en la actualidad Guardia Civil y Policía Nacional. Esta policía nacería de la fusión de los dos cuerpos estatales actuales y pondría fin a la “guerra de policías” actual, generada por unas duplicidades que ocasionan problemas por la descoordinación y la rivalidad imperantes. Pero además supondría un ahorro sólo en gastos de personal de entre 3.000 y 4.000 millones de euros, es decir, lo equivalente a los recortes en Educación, la mitad de los de Sanidad o lo que se ha ahorrado el Gobierno retirando la paga extra a los funcionarios.
Este modelo evitaría que los policías estatales terminaran desempeñando, como ocurre ahora, funciones que no tienen que ver con sus cometidos: agentes del CNP haciendo funciones de Policías de barrio y al revés, estos últimos investigando lesiones graves, robos o desaparición de personas. En cuanto a la guardia Civil finalmente se podría poner fin a su despliegue decimonónico que la impide estar presente como debería en mucha de su demarcación.
Un modelo, el de AUGC y SUP que trata de racionalizar y aprovechar al máximo los recursos tanto materiales como de personal para evitar que sigan existiendo demarcaciones totalmente desprotegidas a pesar de contar con el ratio de policías más alto de Europa. Ahora, como no se cansan de denunciar los representantes de los policías y guardias civiles españoles, es más necesario que nunca optimizar todos los recursos, con una crisis que está llevando a que no se completan las plantillas de policía y guardia civil, sustituyendo a estos trabajadores por seguridad privada, se alarga la vida útil del material hasta extremos peligrosos para la propia seguridad de los trabajadores y haciéndolos inoperativos para la lucha contra la delincuencia.
Unidad que supondría también una formación única, un código ético y estatuto básico común para los dos cuerpos.  Para AUGC y SUP dejar pasar esta oportunidad sería un error, pero afrontar un cambio radical o introducir mejoras en el modelo  policial que contribuyan a mejorar el servicio que se da a la sociedad en materia de seguridad sin tener en cuenta la opinión o las ideas de los que cada día nos jugamos la vida en este trabajo sería una equivocación.
La unificación del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil es, además de una vieja aspiración de los integrantes de los dos cuerpos, necesaria como fórmula de optimizar recursos y capear la crisis. Un solo cuerpo policial evitaría los problemas de descoordinación, solucionaría el déficit de personal y sería menos  costoso para el Estado, y en definitiva para los ciudadanos. No se trata de cumplir un viejo deseo de policías y guardias civiles sino de buscar otras soluciones para los problemas de seguridad que está generando la crisis.
Según la propuesta de AUGC y SUP, el modelo quedaría completado, además de por el Cuerpo de Policía Civil del Estado, dependiente del Gobierno central, por la Ertzaint-za, los Mossos dEsquadra y la Policía Foral de Navarra con sus competencias actuales, pero con el deber de entregar a la Policía Civil del Estado los asuntos y materias que ésta les solicite y por las policías locales como policías de proximidad.
Para las dos formaciones no son necesarias la puesta en marcha de más policías autonómicas, teniendo España como tiene la ratio más alta de Europa no es necesaria la creación de otros cuerpos autonómicos, es más AUGC y SUP consideran que para colocarnos a nivel europeo sobran 75.000 policías, cuyos pues-tos de trabajo no se destruirían de repente, sino que se irían reduciendo de manera paulatina, adecuando el modelo con el tiempo, racionalizando el número de agentes. Un modelo cuya estructura definitiva estaría a niveles europeos en 5 años.