El contrabando de tabaco se ha convertido en un medio de vida explotado por muchas familias que encuentran en esta práctica una forma de llegar a final de mes. La Benemérita ha intervenido en lo que va de año en Ceuta más de 80.000 euros en este tipo de mercancía, pero calcular lo que realmente pasa a la península es un imposible. Hay franjas horarias en las que se presume que los barcos marchan cargados hasta los topes de personas, coches, mercancías y tabaco. Si la Guardia Civil lo detecta, su pasador no tendrá más que abonar una sanción económica que, en el caso de los insolventes, se queda en nada a la espera de que pueda rendir cuentas al Fisco.
Pero no todos los que recurren al contrabando son personas o familias con necesidades económicas que optan por este tráfico en vez del de hachís. En la lista de personas sorprendidas en los controles aleatorios llevados a cabo en puerto o frontera también se ha detectado a funcionarios públicos, con un salario digno en Ceuta, pero que recurren, sin embargo, a esto. Y entre esos funcionarios públicos, agentes de las fuerzas y cuerpos de seguridad que, como sucedió hace unos días con un policía nacional, pretendían pasar tabaco adosado al cuerpo, al más puro estilo contrabandista, junto a otro compañero. “Se están haciendo intervenciones de tabaco a funcionarios públicos que ganan en Ceuta un salario digno para vivir y, en casos como éste, funcionarios que aprovechándose de su condición creen que no se les va a mirar”, denuncia la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC).
Militares o funcionarios de prisiones han engordado las listas de un fraude puro y duro, ya que se está pasando a la península un tabaco de manera ilegal, cuyo origen y componentes no está siquiera comprobado sanitariamente, amén de que se está provocando un daño al sector de Tabacalera que sufren una competencia desleal.
Los guardias civiles que prestan servicio de control en el puerto se han topado incluso con amenazas de compañeros de otros Cuerpos que ven con malos ojos su actuación. “Nos parece inmoral que funcionarios públicos que están cobrando un buen sueldo, más de 2.500 euros mensuales en algunos casos, estén pasando tabaco o cualquier otra cosa, manchando de esta manera la imagen de la Institución a la que representan (en el caso de los miembros de fuerzas de seguridad) y la de todos los funcionarios públicos al servicio de los españoles que nos pagan”, denuncia. “Están dejando en evidencia además a los guardias civiles que prestan servicio en el puerto que incluso pueden ser sancionados al no advertir esos pases”, añade. AUGC denuncia duramente la situación en la que se han encontrado los guardias en casos en los que han sorprendido a miembros de fuerzas de seguridad pasando tabaco. “Algunos de éstos, al ser sorprendidos, no tienen siquiera el mínimo pudor y se identifican como funcionarios e incluso lanzan advertencias impropias de su condición”, añade. Y es que no es la primera vez que un guardia, al descubrir a otro agente pasando tabaco, se ha llevado de regalo la frase ‘Ceuta es muy pequeña, ya nos veremos’.
“Miles de familias están en el paro y no tienen qué llevarse nada a la boca y están soportando esta crisis honradamente, intentando salir adelante. Solo por respeto a estas personas, los que tenemos la suerte de tener un sueldo fijo debemos ser inmaculados en nuestro trabajo y en nuestro comportamiento para los ciudadanos”, apunta.
“Los guardias civiles tienen que hacer su trabajo con dignidad”
La AUGC, que defiende los intereses de gran cantidad de agentes en Ceuta, lanza un mensaje a los compañeros ante las situaciones de presión y advertencias que han recibido por ejercer debidamente su función de control: “Les animamos a que sigan haciendo su trabajo con la dignidad que les caracteriza y que inspeccionen a cualquier persona como deben independientemente su condición o la creencia en el falso compañerismo”, concreta. “Un compañero es aquel que hace su trabajo con honradez y dignidad, sin poner en riesgo a otros compañeros ni manchar la imagen del Cuerpo al que representa o la institución”, añade. AUGC anima a los compañeros a “seguir trabajando como lo hacen” e insta al teniente coronel a que felicite a los compañeros que están haciendo su labor con dignidad y “que ponga en conocimiento de las instituciones la actitud impropia de los funcionarios que han sido sorprendidos pasando tabaco, añade”. AUGC reclama además un refuerzo de personal en el puerto para mejorar los controles ejercidos, ya que un solo agente no puede mirar “a cientos de personas, soportando amenazas, con riesgo para su integridad”, recalca.