Atraco en menos de tres minutos

La banda se hizo finalmente con 3.000 euros, móviles y el dinero de los clientes. Un atraco a contrarreloj. El ‘golpe’ perpetrado este martes por tres individuos encapuchados en el salón de juegos ‘Nevada’ en el barrio de San José-Hadú, del que ayer informaba en exclusiva ‘El Faro’, pudo ser captado por el sistema de seguridad multicámara que tiene este establecimiento y del que hoy ofrecemos algunos fotogramas. En menos de tres minutos, la banda sustrajo a punta de pistola los casi 3.000 euros de la caja, al menos dos móviles de clientes y el dinero de las carteras de otras personas que se encontraban jugando en el local, tal y como explicaba ayer el responsable del local tras interponer la oportuna denuncia en la Jefatura Superior.  
La violencia y la agresividad se desprende de las imágenes capturadas que carecen de sonido, pero que ayudan a dibujar lo que ocurrió gracias al testimonio del encargado. Esta grabación obra en poder de la Policía, cuyo grupo especializado en delitos violentos ya ha iniciado la oportuna investigación, contando además con el apoyo aportado por los agentes de la Científica.
Tal y como se aprecia en la grabación, el grupo llego a la puerta del local ya encapuchado y con los rostros cubiertos con bufandas o bragas. De esta manera habían cruzado el paso de cebra que conduce al Salón, cediéndoles el paso varios turismos cuyos conductores no sospecharon nada extraño. Todos ocultaban su cara a la perfección a excepción de uno que encuentra problemas para cubrirse nada más abrir la puerta, y que tuvo que ser advertido por otro de los delincuentes para que se tapara el rostro y no fuera grabado. Dato éste que hace sospechar que los autores del robo no eran tan profesionales como se intuía y que, además, puede servir ya a la Policía para hacer un retrato robot aproximado del rostro que podía tener este caco. Los tres vestían prendas deportivas en el momento del atraco y uno de ellos portaba una mochila a su espalda.
Los delincuentes, decididos, irrumpieron en el local al grito de “¡que nadie se mueva!”, según los testigos. Portaban armas de un calibre difícil de determinar.
Ya en el interior del salón de juegos, comenzaron a encañonar a los asistentes profiriendo amenazas.  Tal y como se contó en la edición de ayer de ‘El Faro’, mientras uno de los atracadores se quedaba en la puerta, los otros tres comenzaron a desvalijar, nerviosos, el local. El sujeto que abrió camino al grupo, al cual se le distingue en la grabación porque utilizaba una capucha roja, pasó por encima de la barra en busca de la caja mientras el tercero permanece en la puerta como vigía sujetándola para evitar que nadie pudiera entrar en el salón ‘Nevada’. Uno de ellos llegó a apuntar con su pistola al encargado al que llegaron a intimidar haciendo uso del arma.
Los hechos en sí del atraco sucedieron muy deprisa, de las 20:57:33 a las 20:59:52 horas. Los atracadores se repartieron el trabajo para lograr barrer el negocio en un espacio de tiempo tan reducido: uno para controlar el acceso; otro por el botín que conserva la caja; y el último revisó las instalaciones en busca de las pertenencias de los clientes. La corta duración del golpe llevó a pensar al encargado que “actuaron como profesionales” que sabían “lo que hacían”, aunque fuentes policiales señalan que no eran tan sagaces puesto que han dejado varias pistas en el camino. Usaron para su ‘trabajo’ guantes, pretendiendo ocultar sus huellas, aunque puede que no lo hayan conseguido.
El incidente no estuvo exento de todos los elementos propios de un atraco. Insultos contra el encargado al que juraron que le volarían la cabeza si no colaboraba, según confirmó el director gerente del salón de juegos; zarandeos a uno de los presentes que se dirigía a la puerta justo en el momento que entraron en el local; e incluso algún cliente llegó a levantar las manos en señal de rendición y se puso de rodillas mientras los delincuentes dirigían su cañón a los jugadores para amedrentarles. El miedo fue compartido por todos los presentes que en ningún momento opusieron resistencia a las exigencias de la banda.  
A modo de detalle cabe destacar que el asaltante que permaneció en la entrada demostró incluso cierta inexperiencia al desenvolver, con la pistola en su mano, la bolsa de supermercado en la que finalmente depositó el botín. El mismo individuo aprovechó la confusión para sustraerle el móvil a un cliente, mientras que otro encapuchado le pedía algo más, presumiblemente dinero. Una vez terminaron de desvalijar la caja, los tres individuos salieron del establecimiento dejando atrás una clientela despavorida. Sin embargo, algunos de los jugadores continuaron con lo que estaban haciendo, impasibles a pesar del peligro que habían corrido sus vidas. La banda abandonó el lugar a bordo de un vehículo modelo Renault.