A los temas medioambientales en Ceuta parece ser que no se les presta mucha atención y consideración por parte de los organismos competentes, incluso aunque sean ellos mismos los que vulneren e incumplan la legislación vigente.
El año pasado ya se infringió la ley con las obras que se estaban realizando en plena época de cría en una colonia de vencejos pálidos (Apus pallidus) en la fachada del Museo del Revellín, y ahora, un año después, se vuelve a cometer una nueva agresión, mucho más grave, en la única colonia de reproducción de una especie que ha visto disminuida su población drásticamente en nuestra ciudad, el avión común (Delichon urbicum).
Parece que es necesario refrescar la memoria a los gestores de esta ciudad y recordarles que los vencejos, aviones y golondrinas son aves protegidas por la leyes estatales y europeas (Directiva Europea de Aves y Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial) y que además la legislación ambiental nacional también protege a las crías y los huevos y prohíbe expresamente la destrucción o deterioro de sus nidos y huevos o la destrucción de su hábitat, así como aquellas actividades que puedan causar molestias o interferir durante su período reproductor de forma que se estarían infringiendo varias leyes y se estaría cometiendo una infracción grave que puede acarrear grandes sanciones económicas con multas que pueden variar desde los 5.001 hasta los 200.000 euros.
En Ceuta, la población de avión común cuenta con muy pocos efectivos y además el mayor riesgo actual que presenta esta especie es que sólo existe una única zona de reproducción, muy localizada, ya que en los últimos años su población ha descendido de manera preocupante y actualmente la única colonia de cría se localiza en la barriada de Los Rosales.
Hace dos años me uní al Proyecto AVIN, creado por Aitor Mora Solano, un chico de 18 años de Binéfar (Huesca), que se centra en la protección de los vencejos, aviones y golondrinas. En este proyecto se incluye la realización de censos, la colocación de nidos artificiales para favorecer su reproducción y la recogida de polluelos caídos del nido.
El año pasado realizamos en el mes de junio el primer censo de avión común en la ciudad, ya que era la especie que más había descendido su población.
Este fin de semana pasado, cuando hemos visitado de nuevo la colonia para realizar el seguimiento de la población de avión común nos quedamos helados y sin palabras al observar que habían comenzado unas obras en la fachada de algunos edificios. En ellos se encontraban numerosos nidos con pollos de avión común que han sido totalmente destruidos y arrancados sin ningún tipo de remordimiento y escrúpulos matando a los pollos que se encontraban ya en una fase avanzada de crecimiento y que hemos encontrado muertos en el suelo entre los escombros de las obras.
Ahora, de esos nidos con polluelos que censamos el año pasado, sólo quedan las marcas de barro; nidos de arcilla y saliva que con tanto esmero y paciencia construyen los padres para que finalmente hayan sido destruidos sin ninguna contemplación por una irresponsabilidad e incompetencia de los organismos pertinentes del Ayuntamiento que han concedido las licencias oportunas a la empresa JOMASA para la ejecución de estas obras coincidiendo precisamente con el período reproductor de esta especie protegida, algo que como hemos comentado anteriormente está totalmente prohibido y es una infracción grave.
Es muy duro ver cómo las leyes que supuestamente están para proteger a estas especies no se cumplen y que además los organismos competentes de nuestra ciudad sean cómplices de estas infracciones y merma en nuestra biodiversidad por no supervisar y valorar el impacto que pueden ocasionar a especies tan vulnerables y con un estado tan crítico de su población en Ceuta como el avión común.
Nuestra ciudad se está quedando sin vida, sin campo, sin aves, sin nada. Y si no luchamos por protegerlo haciendo que se cumplan las leyes vigentes, desaparecerá y luego no habrá vuelta atrás.