La Consejería de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad de la Junta de Andalucía ofrece, a través de Cruz Roja, un servicio de atención sociosanitaria, disponible las 24 horas del día para atender a las más de 12.000 mujeres marroquíes que han venido este año a Huelva para trabajar en la campaña fresera.
Forman parte del contingente de mano de obra extranjera que durante un máximo de nueve meses se dedica a trabajar en los campos y fincas del sector de los frutos rojos.
Un total de siete profesionales con pleno dominio del árabe, francés, inglés y español conforman este equipo de la Cruz Roja, coordinado por Natalia Cots, que el pasado año atendió a más de 7.025 mujeres trabajadoras contratadas en origen, de las cuales 1.762 recibieron apoyo y seguimiento sociosanitario durante su estancia en nuestro país.
De hecho, en lo que va de campaña ya han atendido a 3.620 mujeres, de las cuales 1.242 están recibiendo apoyo y seguimiento sociosanitario durante su estancia.
Esa atención y acompañamiento es integral y muy variado ya que va desde la gestión del duelo migratorio, acompañamiento a citas médicas, durante ingresos hospitalarios, o la ayuda en la realización de diversos trámites. Estas trabajadoras tienen que afrontar la barrera idiomática, cultural y hacerse a su puesto de trabajo y convivencia con sus compañeras.
La coordinadora de Cruz Roja en Huelva, Elena Pavón, ha explicado que el servicio se presta desde la llegada a España de estas trabajadoras, mediante una atención de bienvenida en el mismo puerto, para que desde el primer momento se sientan acogidas y arropadas.
Después cuentan con un servicio de apoyo y seguimiento hasta su retorno. De hecho, en el viaje de vuelta también cuentan con apoyo desde el lugar de residencia hasta el punto de partida.
Además, se les ofrecen talleres informativos para facilitar su inclusión que abordan temáticas como la gestión de sus emociones para sobrellevar tantos meses lejos de sus hogares, las enfermedades de transmisión sexual, el autocuidado, entre otros. La información que se les ofrece se completa con dípticos sencillos y en distintos idiomas para que sea accesible y útil para ellas.
En esta línea, la referente del programa, Natalia Cots, ha señalado que otro de los puntos que se trata con ellas es el afrontar el cambio de rol que asumen al pasar de ser "cuidadoras en Marruecos a sostenedoras de sus familias" durante su periodo de trabajo en la fresa.
Qué patraña. Las temporeras no disponen en su mayoría Tarjeta Sanitaria, y colapsan tarde en los centros de salud para recibir asistencia médica por este motivo.