Madrugada del 21 de mayo de 2005 a 10 millas del sureste de Punta Almina. Aquel fue el escenario de lo que pudo constituir una auténtica tragedia para la Guardia Civil de Ceuta y, en concreto, para su Servicio Marítimo.
Casi 19 años después de que unos narcotraficantes embistieran a la patrullera de la Benemérita poco ha cambiado.
Seis personas están en prisión preventiva acusadas de asesinar a dos guardias civiles en Barbate tras arrollarlos con una narcolancha, pero en la ruta del Estrecho se cuentan varias muertes de guardias, policías y narcos ocurridas antes de este suceso que ha marcado un antes y un después.
Aquella madrugada le tocó sortear la línea de una muerte segura a 4 componentes del Servicio Marítimo, todos terminaron en el hospital con diversas lesiones tras sufrir la embestida de una narcolancha.
Los cuatro delincuentes arremetieron contra la ‘Río Caudal’ hasta destrozarla, literalmente aquel ‘bicho’ terminó sobre la embarcación oficial a riesgo de aplastar a dos de los guardias civiles que habían sido encomendados a vetar el tráfico de hachís procedente de Marruecos a su paso por las aguas de Ceuta.
Tres motores de 250 caballos, casi 14 metros de eslora y una carga de hachís constituyeron los ingredientes de una nueva receta temeraria contra los guardias que tuvieron que pelear en los juzgados para que años después se hiciera justicia.
Hoy se sigue hablando de lo mismo, nada ha cambiado más allá de los titulares actualizados y las promesas de que se actuará contra quienes hacen negocio traficando con droga.
Los narcos detenidos, naturales de Ceuta, La Línea y Marruecos, tenían antecedentes por contrabando o tráfico de drogas y aún así estaban en libertad disponiendo de medios para seguir delinquiendo.
Por aquel entonces la antigua Coproper 6J, de la que nacería posteriormente la Asociación Unificada de Guardias Civiles cuyos miembros integrarían la AEGC, ya denunciaba la falta de medios, así como que las patrulleras salían sin personal suficiente.
Pero aquel 2005 se pidió más, la asociación reclamó el cese del capitán del Marítimo que ni siquiera se preocupó en los primeros momentos por lo sucedido a sus agentes.
“O nos lleváis al hospital o hundo la embarcación a tiros”, llegó a manifestar uno de los heridos tras la emboscada de los narcos, después de que permanecieran en el mar sin ser evacuados en helicóptero urgentemente al hospital. Terminaron siendo remolcados por la Salvamar con base en Ceuta, por aquel entonces la Gadir.
Dos de los guardias civiles quedaron sepultados por la goma de los narcos sufriendo las lesiones más graves. Aquello dolió por el ataque de los narcos, pero también por el abandono en el que incurrió el mando inmediato.
Después llegarían más episodios. Nada ha cambiado en la ruta marítima de la droga, ni las pretendidas embestidas de quienes viven de este negocio ni los riesgos a los que se enfrentan quienes tienen la encomienda de anular todo lo posible tales prácticas.
Hoy, casi 19 años después, se sigue hablando de narcolanchas, de ataques, de riesgos, de falta de medios… y se siguen reclamando ceses.
Hemeroteca
Uno de los ataques más duros
Las imágenes fueron impactantes ya que la patrullera del Instituto Armado quedó completamente destrozada después de que la embarcación de los narcos terminará subiéndose sobre la ‘Río Caudal’ a riesgo de aplastar a dos de los agentes.
Las condenas
Del contrabando al tráfico de drogas. Las asociaciones de guardias civiles reclaman que, además de aumento de medios y agentes, se endurezcan las penas, se castigue más el tipo de delito asociado con el contrabando.
Muchos de los detenidos en sucesos de calado, como el ocurrido en Barbate, tienen a sus espaldas delitos como el de contrabando o menudeo de tráfico de drogas. Luego llegan situaciones extremas como la sucedida que ha llevado al encarcelamiento en preventiva de seis personas, una de ellas natural de nuestra ciudad.
Este ministro que manda a seis hombres en una sodiac de seis metros a identificar a unos delincuentes con una narcolanchas de 12 metros y mil caballos en popa y sin ser del marítimo, desde luego tiene que dimitir por propiciar la muerte de dos compañeros y tiene que dimitir, lo dicho el camino se acaba yel tonto sigue, lo lamentable es las asociaciones que saben quién son los responsables y le hacen el juego a los políticos que en realidad NUNCA les importamos.
Qué razón !!! Políticos cobardes e ineptos antes y ahora!!!!
Para otros hay manifestacirco cada año...para los servidores del orden, sólo el olvido...ya nos arrepentiremos...
Con lo que está sucediendo puede dar la impresión que interesa a alguien la existencia del tráfico de drogas en esta zona, sin importar lo mas mínimo la vida de guardias civiles y policias nacionales. Mientras esta gentuza gana dinero con la droga no molestan a los políticos con asuntos como la falta de trabajo en toda la provincia de Cádiz y Ceuta.