Los actos enmarcados en el DIFAS-19 tienen a un protagonista muy especial: el tradicional cañonazo de las doce que, estos días, se está escuchando más cerca de lo normal. Y es que se ha trasladado a la explanada de la Marina en donde, con puntualidad, se cumple con esta tradición, con este auténtico signo de la historia local castrense de Ceuta.
Escolares que están visitando la exposición se han convertido en testigos de un acto ya tradicional, aprovechando además para conocer los distintos elementos trasladados a este punto en una clara vinculación entre el ámbito castrense y la sociedad civil.
Durante años el cañonazo se suspendió hasta su recuperación en 2018. Su sonido servía para comunicar que se abrían y cerraban las murallas que daban acceso al centro urbano. Actualmente solo diez ciudades a nivel mundial conservan esta costumbre tan antigua de la que este viernes han sido testigos varios escolares de nuestra ciudad.