Estos políticos de pueblo hacen y deshacen a su antojo. Es complicado no cansarse con sus artimañas, es complicado dejar pasar por alto cualquier crítica al show que nos están mostrando. Lo de los asesores ha sido una guinda al despropósito que nos van a regalar esta legislatura. Veremos cómo termina ya que empezar no lo ha hecho con buen pie.
El escándalo de los 25 asesores se ha querido transformar en un (no) escándalo, porque el PSOE y el PP, que de demócratas no tienen nada, han querido fingir ante una ciudadanía atónita que ejercían un movimiento de ficha digno de elogio cediendo uno de sus asesores a los grupos minoritarios, que así dispondrán de tres. El cuento sigue siendo el mismo: 25 asesores contratados a cargo de las arcas públicas porque tienen que ayudar a los diputados. No se lo pierdan, nos llegan a decir que algunos diputados son nuevos y necesitan orientación en el camino. ¿Pero qué nos están contando? Al menos si fueran sinceros nos podrían decir que necesitan colocar sus compromisos en puestos públicos, vamos, lo que en lenguaje de andar por casa se llama repartir a los enchufados. Pero que va, ni para eso valen: nos cuentan milongas de que es mucho el trabajo, de que los diputados tienen sus trabajos particulares, de que necesitan personal que realice la difícil tarea de fiscalizar... ¿Fiscalizar a quién?, ¿el PSOE va a fiscalizar a un PP que parece ya su sucedáneo de andar por casa?
Nos cuentan películas creyendo que somos tontos o que ya nos tragamos cualquier historia
Es demasiado. Yo me quedo con la cifra: 25 asesores. Que don Juan se guarde el juego de estrategias y milongas para sus tardes de domingo entre amigos, no nos vengan a disfrazar una colocación en toda regla porque es mucho lo que tienen que devolver y agradecer.
Saben qué pasa, que esto de la política se ha convertido como casi todo en un negocio, en una merienda de negros en la que se reparten el pastel entre todos pero les duele reconocer que lo están haciendo. Es como el niño que roba caramelos y se sorprende cuando le pillan. Lo mismo.
25 asesores, 25 personas elegidas a dedo para ayudar a que unos diputados que tienen mucho trabajo fiscalicen y controlen a un gobierno en minoría que se va a sostener en su otra pata roja. Eso es lo que tenemos. Lo demás sirve para una foto, una mensaje y una pose. Pero no nos engañen, no estamos en Carnaval ni ustedes son tan listos como para vendernos la burra de otra manera lejana a la torpeza que demuestran día a día. 25 cargos. 25 colocaciones, señorías.
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