En los últimos días, hemos visto una nueva tendencia en redes sociales que también ha llegado a zonas como Ceuta: compartir imágenes de nuestras fotos adaptadas a dibujos animados o transformadas en juguetes. Aunque esto puede parecer una forma divertida de personalizar nuestras imágenes, la Asociación Española de Consumidores (Asescon) ha lanzado una advertencia sobre los riesgos que esto conlleva.
Cuando subimos una foto a cualquier aplicación, perdemos el control sobre ella. Algunas de estas apps pueden almacenar las imágenes que los usuarios suben para entrenar algoritmos de Inteligencia Artificial (IA). Además, hay aplicaciones que venden esos datos a terceros sin que sepamos quiénes son ni cuál es su intención con dicha información.
El riesgo de subir fotos personales a estas aplicaciones
Uno de los mayores riesgos radica en que esas fotos pueden ser utilizadas de forma indebida. En particular, el rostro humano es un dato biométrico muy valioso. Es tan identificativo como la huella dactilar y podría ser utilizado para acceder a aplicaciones, rastrear nuestras actividades o incluso suplantar nuestra identidad.
Además, con esas imágenes, se pueden crear perfiles falsos en redes sociales, montar videos manipulados o crear contenido que dañe la reputación o invada la intimidad de los usuarios.
La proliferación de aplicaciones fraudulentas también es una preocupación creciente. Estas apps pueden tener la intención de capturar dichas fotos con fines maliciosos o delictivos.
Por todo esto, la Asescon recomienda no subir fotos personales a estas aplicaciones ni compartirlas a través de Inteligencia Artificial, para proteger la privacidad y seguridad de los usuarios.
La moda de las imágenes 'ghiblificadas'
Una tendencia que se hizo muy popular en redes sociales hace apenas una semana: convertir cualquier fotografía en un fotograma al estilo de las películas del Studio Ghibli.
Gracias a la Inteligencia Artificial (IA), esta tendencia alcanzó una popularidad sin precedentes que llegó a manos de los ceutíes dejando imágenes ' ghiblificadas' de la cabeza visible de MDyC, Fatima Hamed, o Juan Vivas.
Transformar imágenes en ilustraciones al estilo Studio Ghibli es tremendamente fácil a través de la función de edición de fotografía que ha habilitado ChatGPT.
El primer paso es elegir una imagen desde el dispositivo y subirla en ChatGPT, por último, solicitar a ChatGPT lo siguiente: "Haz una versión en estilo de caricatura de esta imagen al estilo de animación japonés tradicional, similar al usado en películas del Studio Ghibli o de estilo de animación japonesa de los años 80s y 90s".
Y en cuestión de minutos, los usuarios obtenían una versión que imitaba el característico estilo de las películas de Hayao Miyazaki y su equipo.
El polémico debate contra la IA
Ya no solo se trata del peligro que supone para nuestra privacidad el subir fotos personales a dichas aplicaciones, también existe otra controversia moral ante este tipo de acciones. Y es que, desde su nacimiento, la Inteligencia Artificial ha atraído tantas opiniones como polémicas.
En este caso, muchos de los usuarios amaron esta opción de ver como en cuestión de poco tiempo sus fotografías se convertían en ilustraciones dignas de Studio Ghibli. Pero también generó una gran preocupación sobre el impacto que podría tener en los ilustradores.
Con esta tecnología, cualquiera puede crear ilustraciones al estilo del famoso estudio japonés en cuestión de segundos, lo que podría amenazar el trabajo de los artistas humanos.
Y aquí es donde entra la opinión de Hayao Miyazaki, el legendario director del Studio Ghibli.
La respuesta de Hayao Miyazaki ante esta moda
En el pasado, Miyazaki expresó su fuerte rechazo hacia el uso de la inteligencia artificial en la animación, incluso calificando este tipo de creaciones de "un insulto a la vida misma".
Estas declaraciones resurgieron con fuerza tras la popularización de las imágenes generadas por IA, lo que ha generado un debate sobre la ética y el futuro de la animación.
En un famoso vídeo de 2016, Miyazaki expresó su asco al ver una demostración de animación realizada por IA. A pesar de los avances tecnológicos, el cineasta sigue defendiendo la importancia del arte hecho a mano, subrayando que la máquina nunca podrá replicar el alma y la emoción que un ser humano pone en una obra.