La Ciudad, a través de la
Consejería de Medio Ambiente y Sostenibilidad, tiene intención de llevar a cabo la sustitución del
ascensor de acceso a la playa de la Ribera, situado en la calle Deán Navarro, en la zona trasera al mercado central.
El nuevo elevador será,
al igual que el instalado en la playa del Chorrillo, panorámico y su coste se elevará a 87.605, con un plazo de ejecución de tres meses.
La gran afluencia de público a esta céntrica playa a través de dicho ascensor ha provocado que el elevador haya tenido un alto grado de uso desde su instalación. Ello se ha traducido en que, durante la última temporada estival, se ha suspendido su servicio durante largos periodos de tiempo debido a las continuas averías que se han venido sucediendo, un claro indicativo de la finalización de la vida útil de sus elementos mecánicos activos o de otras provocadas por actos vandálicos sobre los elementos de cierre o pulsadores, entre otros.
Después de barajar varias alternativas, finalmente los técnicos han optado por la utilización de la estructura portante existente, formada por perfilería metálica con panel tipo sándwich, sin que sea necesario desmontar la misma y sustituir la maquinaria existente por otra de similares características, así como el panel sandwich actual, por un cristal armado. Se transformará así en un ascensor panorámico que disminuirá el riesgo de actos vandálicos en el interior de la cabina.
Ya a principios de agosto, el ascensor de la Ribera quedó fuera de servicio al encontrarse una mañana totalmente desestructurado y desencajado, al parecer por un acto de vandalismo. Esta estructura, tan demandada desde hace años en la ciudad, es una de las que más desperfectos sufre, bien por la mano de ciertos incívicos o por motivos técnicos.
Días después fue necesario instalar una doble verja de seguridad, tanto en el nivel inferior como en el superior, con el objetivo de impedir que nuevos actos vandálicos volvieran a dejar fuera de servicio el ascensor de la playa de la Ribera.