La policía marroquí ha detenido en los dos primeros meses de este año a 735 falsos guías que ejercían sus actividades en la ciudad sureña de Marrakech, una de las más turísticas del país, informó hoy a Efe una fuente de seguridad. Los arrestos se han producido, según la fuente, después de una reunión entre la policía turística y las asociaciones locales de guías, que solían denunciar la usurpación de su profesión por personas ajenas al sector y que no están autorizadas. Todos los detenidos, algunos de ellos reincidentes, serán juzgados por usurpar una profesión regulada por la ley. El problema de los falsos guías es endémico en el turismo marroquí, y se considera una de las principales causas de la baja tasa de "repetición de destino" que mantiene el turismo en Marruecos, un país que cada año recibe una media de diez millones de turistas. El sector de guías turísticos ha vivido en los últimos años momentos de tensión después de que el Gobierno aplicase una ley, aprobada en 2012, que estipula que la obtención de una licencia de guía ya no exige una cualificación académica sino ahora permite a personas con experiencia en el terreno acceder a la profesión. A finales de enero de 2018, cientos de guías turísticos de diferentes ciudades del país se manifestaron en Rabat contra esta medida del Ejecutivo. En las ciudades turísticas de Marruecos, como Fez o Tánger, merodean en torno a los lugares turísticos abundantes falsos guías que por tarifas menores se ofrecen a acompañar a los extranjeros en itinerarios que la mayor parte de las veces tienen como principal objetivo las visitas a "comercios amigos" de alfombras o artesanía.