La comunidad argelina del
CETI, cada vez más numerosa, está intranquila. Denuncian el incremento de atracos que están sufriendo por parte de individuos que los abordan en las inmediaciones del centro para atracarles. “Creen que tenemos dinero, piensan que lo llevamos encima para pagar por embarcar en una patera”, denuncian. El lunes uno de los residentes del centro de Ceuta fue abordado por varios individuos que circulaban en un vehículo “de color negro”, explica. Unos quedaron dentro del coche, otros se bajaron y le pegaron con un machete. Su intención era continuar para poder arrebatarle lo que tenía, pero este joven pudo escapar y acudir al centro de estancia temporal del Jaral. Sufrió dos cortes en una pierna. El hecho podría haber pasado por anecdótico de no haberse repetido otra agresión similar. Esta vez el miércoles por la noche en la barriada de Benítez. Allí fue atacado otro residente del CETI por varios individuos que viajaban en un coche también de color oscuro. Unos quedaron dentro y otros descendieron para agredirle y robarle. Sufrió dos cortes en una de sus piernas y le sustrajeron el teléfono móvil que portaba además de dinero.
Hace unos meses las agresiones estaban relacionadas con estafas
Pidió auxilio a una patrulla de la Guardia Civil que circulaba por la zona, escapando del lugar los agresores. Los dos casos han sido denunciados, aunque se teme que sean más porque no todos los inmigrantes denuncian. Hay miedo en el colectivo que ve cómo se repiten este tipo de sucesos. Hace unos meses la Policía Nacional detuvo a varias personas
implicadas en presuntas mafias que estafaban a los argelinos cobrándoles por pases en patera que no se llevaban a cabo. Ahora las agresiones se producen para robarles sus pertenencias ya que sospechan que portan dinero encima ante las continuas escapadas de integrantes de este grupo para embarcar de forma clandestina y cruzar así el Estrecho. “Somos objetivos”, explican. Y temen que sigan produciéndose estos actos y que sean más graves. La presencia de componentes de este grupo es cada vez mayor en Ceuta debido a las entradas continuadas por la frontera. Llegan personas de forma aislada pero también familias. “La situación en Argelia está muy mal, por eso se marchan familias enteras”, denuncian, lamentando que no sean atendidos los traslados con más celeridad a la península.