El Juzgado dictó auto de archivo definitivo de la causa.
El Juzgado de Instrucción número 2 ha dictado auto de archivo definitivo de la causa seguida contra un componente de la Guardia Civil al que se le acusó, en septiembre del año pasado, de tráfico de inmigrantes.
En el auto al que ha tenido acceso este periódico, la magistrada dicta sobreseimiento libre y archivo de las actuaciones respecto del investigado, atendiendo, entre los fundamentos jurídicos en los que se ha sostenido, a la ausencia de pruebas que pudieran vincular al agente con la perpetración de un delito.
“De las actuaciones practicadas”, reseña la magistrada, “no aparece debidamente justificada la perpetración del delito que motivó su incoación”. En esta decisión no se ha contado con la oposición del Ministerio Fiscal, ya que tampoco ha considerado que existiera fundamento alguno en la acusación contra este agente.
Los hechos a los que hace referencia este auto se produjeron en septiembre de 2017, cuando el agente de la Benemérita recogió a una pareja de marroquíes en la frontera y los trasladó al puerto para su embarque, realizando una gestión solicitada por un superior, que atendía así a una colaboración con un funcionario marroquí.
En el puerto, en la zona de embarque, la Policía Nacional detectó una anomalía en el documento que presentaba uno de estos marroquíes, procediendo a la detención del guardia civil dando por hecho que, al acompañarle, estaba incurriendo en un delito de inmigración clandestina.
Ha habido que esperar al auto judicial de archivo definitivo para que la propia Justicia concluya que no existió actuación ilegal alguna por parte del componente del Instituto Armado, ajeno a toda esta situación sobrevenida.
La detención de este agente de la Guardia Civil sorprendió en la propia Comandancia y entre los responsables de su Unidad, toda vez que eran conocedores de la imposibilidad de que hubiera estado implicado en una actividad delictiva.
Muy al contrario, desarrollaba una actuación encomendada por sus superiores, ajeno a la irregularidad del pasaporte que presentaba uno de los marroquíes que iba a embarcar con destino a la península. Por parte del responsable del vecino país que pidió este favor se derivó la misma sorpresa, emitiéndose un informe-carta en el que exculpaban de cualquier irregularidad al agente.
Al poco de ser detenido por el CNP fue puesto en libertad hasta que ahora el caso queda archivado.
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