El porcentaje de contratos a jornada completa que se firman en la ciudad ha caído del 80,5% en 2008 al 48,4% en 2016
Ceuta es la región en la que más ha crecido el paro registrado entre 2008 y 2016; la zona en la que el porcentaje de parados de larga duración es más alto; la segunda Autonomía con unas tasas más elevadas de parados sin empleo anterior, de estudios primarios incompletos y de ocupaciones elementales. También es el lugar en el que hay mayor porcentaje de alumnos que no estudia el curso que le correspondería por edad y dond la tasa bruta de población que finaliza los estudios de Secundaria y Bachillerato es más baja.
Más sombras: según el estudio dirigido por Joaquín Aranda, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Murcia, sobre el mercado laboral de la ciudad, Ceuta es la región en la que menos empleo existe medido sobre la población en edad de trabaja; la cuarta con menos ratio de autónomos sobre afiliados a la Seguridad Social; la segunda en la que se realizan menos contratos; y la tercera con menor dimensión empresarial.
A pesar de todo, de acuerdo con las proyecciones de Aranda,”si Ceuta vuelve a un nivel de crecimiento del 1,45% podría generar durante los próximos cinco años 1.750 nuevos empleos en una hipótesis conservadora”. Si las previsiones se toman en su extremo más “optimista”, con un crecimiento tendencial del 1,75% se daría lugar a “3.000 nuevos empleos” a lo largo de un lustro.
“En Ceuta se generaría empleo a partir de un crecimiento del PIB del 0,86%, una centésima por encima que en España (0,85%), pero cuando el PIB crece por encima del 2,5% la intensidad de generación de empleo en Ceuta es menor que a nivel nacional”, compara.
Los últimos años han dejado un “descenso claro” del empleo en la industria manufacturera y la construcción con una “clara terciarización del empleo con mantenimiento del protagonismo del sector público”. El número de empresas se ha recuperado pero su tamaño medio es más pequeño, por lo que se ha contraído el empleo asalariado en el sector privado.
El núcleo de generación de nuevas sociedades se concentra “en las actividades educativas y sanitarias, el comercio al por mayor, servicios de comidas y bebidas, actividades jurídicas y de contabilidad, venta y reparación de vehículos o actividades deportivas, recreativas y de entretenimiento”.
Su pujanza no ha conseguido compensar del todo los efectos de la crisis y en términos de contratación la ciudad sigue “lejos” de los 20.503 registrados en 2010. “La relación entre contratos y contratados es ligeramente inferior a dos: es decir, el número de personas que ha conseguido uno equivale a la mitad del número de contratos realizados, con lo que su duración es habitualmente inferior a tres meses”.
El año pasado solo el 48,4% de los contratos que se firmaron en Ceuta lo fueron a jornada completa (en 2008 la tasa superaba el 80%). A tiempo parcial fueron el 62,7% de los rubricados por mujeres, multiplicando más que por tres el nivel de 2008, que se situaba en el 23,9%.
Esas cifras revelan a juicio del equipo de Aranda un “cambio estructural relevante” del mercado de trabajo local, en el 7 de cada diez personas que han conseguido un contrato ha estado demandando empleo menos de un año. En sentido contrario, “hay un buen número de personas parados de larga duración, que apenas tienen posibilidades de ser contratados” aunque en Ceuta “más del 60% de los contratos se realizan a personas de baja o muy baja formación que en cualquier caso no han terminado más allá de la Educación Secundaria Obligatoria”.
LAS CIFRAS AfiliaciónMatices. El informe de Aranda alerta de que la afiliación a la Seguridad Social, el dato que prefiere citar el Gobierno local sobre la evolución del empleo, “no cubre los ocupados de todos los colectivos y una persona puede computar tantas veces como esté dado de alta”. Los autónomos han crecido pero el año pasado “se cerró con 127 afilados menos que 2011” y actualmente con los datos medios de 2017 “hay 211 más que en el anterior máximo”.
ContratosOcupaciones. Lo que m´´as se contrata en Ceuta son “camareros asalariados; vendedores en tiendas y almacenes; personal de limpieza de oficina, hoteles y otros establecimientos similares; albañiles; recogedores de residuos; ayudantes de cocina; empleados administrativos con tareas de atención al público; peones del transporte de mercancías y descargadores o vigilantes de seguridad”.
BúsquedaMás tiempo. El número de parados que lleva más de un año buscando empleo ha pasado del 30% al 59% del total, según el análisis de Aranda.
La importación de mano de obra, más de 2.000 contratos cada ejercicio
"El problema en España es recuperar el empleo perdido; en Ceuta, generar nuevo empleo”. “El paro en España es fruto de intensas pérdidas de empleo pero en Ceuta no”. Esos son dos de los “hechos diferenciales” que, en relación con la evolución del desempleo y la economía local, aprecia en su análisis el equipo del catedrático Joaquín Aranda, que calcula que cada año se firman en la ciudad “más de 2.000 contratos” a trabajadores procedentes de fuera.
“La importación de mano de obra es un hecho relevante que oscila entre el 13% y el 17,5% de los contratos, según el año, y que abarca al 19% de los técnicos y profesionales de apoyo; al 25% de los directores de empresas; al 48% de los artesanos y trabajadores cualificados de las industrias manufactureras y la construcción; y al 7,5% de los trabajadores de los servicios de restauración, personales, protección y vendedores”.
“Son más de 2.000 contratos al menos cada año y su reducción a la mitad daría lugar a más de un millar de contratos para parados locales”, llama la atención el estudio.
El año pasado ya eran un 43% de los parados registrados los que llevaban al menos dos años buscando empleo (ese porcentaje en 2009 no pasaba del 6%), lo que “evidencia la existencia de una bolsa de parados de difícil erradicación” conformado por “un colectivo transversal que, además, recoge a la mayor parte de parados con baja formación”.
Más del 70% de los parados que no llegan a superar los estudios primarios son parados de larga duración, como el 63% de quienes no han terminado la ESO y el 16,7% de los que han cursado Estudios Superiores.
A ojos de Aranda los Planes de Empleo “contribuyen al proceso de acumulación de parados en ocupaciones concretas” y generan “un desequilibrio en el mercado de trabajo local”. El año pasado su oferta equivalió al 45% de los contratos de duración definida inferior a un año y al 14% de los realizados a jornada completa.