Aprobada la salida a la península de 60 inmigrantes del CETI

La mayoría de los incluidos en las listas es de nacionalidad malí y saldrán en grupos la próxima semana. Una vez en la península irán a centros de acogida de oenegés. Otros esperan su turno

Un total de 60 inmigrantes del CETI viajarán la próxima semana a la península después de que se les haya concedido su salida. Según ha podido saber este medio, la mayoría es de nacionalidad malí y religión musulmana. Esta decisión permitirá descongestionar un poco el centro del Jaral, que acoge en la actualidad a unos 580 inmigrantes debido a que en las últimas semanas se están registrando muchas entradas. Al parecer, después de estas salidas se aprobarán más.
Estos inmigrantes a los que se les ha aprobado su salida de Ceuta viajarán a la península en grupos a partir de la próxima semana. Una vez en la península, irán a centros de acogida temporal gestionados por oenegés. El CETI no es el único centro del país con sobreocupación. Este problema también se da en la península, sobre todo en Algeciras, donde los últimos inmigrantes que están llegando están siendo llevados  al CIES de Tarifa y Madrid.
Y es que el número de inmigrantes que ha llegado a las costas andaluzas se ha disparado en los últimos días. Tal y como publicó ayer Efe, el número de ilegales llegados a las costas de Tarifa (Cádiz) se ha incrementado este año un 293 por ciento respecto a 2012, a pesar de que ha bajado en un 21 por ciento el número de personas que han llegado en balsas a España, según desveló la delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo.
En un comunicado, la delegada del Gobierno se refirió a la importante llegada de inmigrantes a la costa gaditana, donde, en lo que va de año, han sido rescatadas en la zona de Tarifa 833 personas que viajaban a bordo de balsas, de ellas 235 desde el sábado hasta ayer.
Según los datos facilitados por Salvamento Marítimo, desde el 1 de enero de 2013 hasta ayer se han rescatado y trasladado a España a 1.041 inmigrantes, 833 de ellos a través del centro de Tarifa.
Después de facilitar estos datos fueron rescatados otros cinco inmigrantes a bordo de una balsa hinchable y otro más que fue introducido en la guantera de un vehículo procedente de Tánger. Los dos ocupantes del coche fueron detenidos.

Entra a Ceuta una argelina embarazada y con un niño de 1 año

El pasado martes se produjo la entrada en Ceuta de una argelina embarazada de 8 meses y con un niño de 1 año. Según fuentes policiales, esta mujer habría cruzado la frontera en un vehículo. Esta es una de las vías de entradas usadas por los inmigrantes para llegar a la ciudad autónoma. Por ello, en el mes de mayo los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado incrementaron los controles en la frontera ante la sospecha de la introducción de inmigrantes subsaharianos ocultos en dobles fondos de vehículos. Estos controles se incrementaron después de que varios subsaharianos reconocieran en el CETI que habían entrado por este método. En los últimos días han llegado varios subsaharianos pero por mar. Concretamente, la pasada semana entraron 26 a bordo de una embarcación a motor y esta otros seis que fueron previamente rescatados por un mercante.

“Pedimos que nos dejen disfrutar de la seguridad y de la paz de España”

“Pedimos que nos faciliten dejarnos disfrutar de la seguridad y de la paz de España puesto que en nuestros países esto no es posible para nosotros”. Así finaliza un escrito firmado por un grupo de siete inmigrantes que será entregado a la Delegación del Gobierno y al Ministerio de Interior.
Akim (Nigeria), George (Gambia), Isa (Gambia), Oluwaseyi (Nigeria), Julius (Nigeria), Frank (Zimbabwe) y Michel (Sierra Leona) salieron de su país por motivos “que están relacionados con la seguridad de nuestras vidas”, por lo que pidieron asilo. “Todas nuestras solicitudes fueron rechazadas después de seis meses y en este momento, todos vivimos la inseguridad de un posible retorno a nuestros países. Si esto se realizara, sería poner nuestras vidas en peligro de muerte”, exponen.
De esta manera, solicitan que se posibilite su salida a la península “puesto que aquí en Ceuta después de dos años nuestra vida se deteriora, viendo que no tenemos futuro”. Este colectivo hace vida en el CETI por la mañana, pero por la noche se marcha a dormir a un campamento en el bosque por miedo a que la Policía vaya por la noche a devolverlos a su país.
Oluwaseyi llegó a Ceuta el 8 de agosto de 2011 en una balsa con remos en la que viajaba junto con siete inmigrantes más. Todos están ya en la península excepto él, algo que no entiende.
Lamenta también que inmigrantes que han estado en Ceuta escasos meses han sido enviados a la península y él continúa ‘atrapado’ en la ciudad, en la que llegó hace algo más de dos años.
Según indicaron a este medio varios residentes del CETI, estarían excluyendo de los grupos para salir a personas que llevan más de un año y a los que son solicitantes de asilo, mientras llegan a la península otras que llevan menos de un año. Lamentan que el Ministerio de Interior tampoco les contesta cuando solicitan su traslado a un centro de acogida para refugiados.
La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) ya denunció este asunto en su informe anual. Concretamente criticaba la mala utilización del instrumento de asilo. Antes lo hizo el Relator de la ONU tras la visita girada a la ciudad así como los funcionarios de Acnur, además del propio Defensor del Pueblo y distintas oenegés, alertando sobre la degeneración que se está produciendo en este ámbito. Concretamente, CEAR señalaba que en el caso de Ceuta y Melilla se está produciendo la conversión de ambas “en grandes centros de retención” para los solicitantes de protección internacional, a quienes no se les permite viajar a la península, “vulnerando la Ley de Asilo y la Constitución”. El Defensor del Pueblo consideraba que el hecho de retener en Ceuta a solicitantes de asilo carece de fundamento legal y el Relator de la ONU que es discriminación.
Esta situación ha hecho que numerosos inmigrantes –un ejemplo son los de Mali, a pesar del conflicto de este país africano– hayan renunciado a solicitar asilo, buscando así salir de Ceuta lo antes posible.