El Programa de Diabetes dependiente de la consejería de Sanidad y Consumo ha organizado un veranos más una nueva edición de la actividad dirigida a los más pequeños enfermos de diabetes.
Aunque para este año 2012 se ha optado por unas jornadas de convivencia que se iniciaron ayer jueves, a las doce del medio día, y que se extenderán hasta el próximo domingo.
El campamento base se localiza en el Parador La Muralla donde se alojarán durante los cuatro días de convicencia los diez chavales de entre ocho y trece años que este año participan en la actividad.
El objetivo de esta convivencia es favorecer el intercambio de experiencias entre jóvenes de la misma edad, el aprendizaje y el manejo de su dolencia a la vez que realizan actividades de ocio al aire libre.
Cuatro días con la agenda repleta, pues está previsto que disfruten de una jornada en el Parque Marítimo del Mediterráneo, pasearán en el barco El Desnarigado y visitarán la Basílica Tardorromana. Ocio que alternarán con actividades formativas sobre técnicas de autocontrol de su glucemia, dietas adecuadas y cómo actuar en situaciones especiales y, además, realizarán prácticas de automonitoreo y autoinyección de insulina y asistirán a un taller sobre diabetes que impartirá el personal de enfermería y de la propia Consejería que les acompañará de forma permanente durante su estancia en el campamento urbano.
Una vivencia muy especial, por ejemplo, para Ainhoa Román, de diez años que disfruta por primera vez de esta actividad porque “nunca había dormido sola, y no sabía pincharme sola. He venido para aprender a inyectarme y a estar un poco separada de mis padres”. Un reto que asume “con muchas ganas”.
Sin embargo para Kevin Toral, de once años, es la tercera vez que participa en esta iniciativa organizada por la consejería de Sanidad, de la que destaca que “me divierto cada día, todos son una aventura”. Pero la diversión viene acompañada de un aprendizaje muy especial para estos pequeños enfermos de diabetes: “podemos vivir con normalidad, somos iguales al resto”.