Antidisturbios

Hasta cuándo va a aguantar la población civil que sale a la calle a luchar por los derechos de todos el ser golpeada con las porras que ellos mismos han pagado? ¿Hasta cuándo vamos a aguantar tanta chulería y tanta impunidad por parte de aquellos cuya única labor es velar por nuestra seguridad y que en cambio sólo saben hinchar a hostias a quiénes deben proteger? ¿Hasta cuándo vamos a aguantar que las filas de nuestros cuerpos y fuerzas de seguridad estén infestadas de niñatos fascistas e ignorantes ansiosos por darle lo suyo a “jipis”, “perroflautas” y “rojos de mierda”? ¿Hasta cuándo van a seguir llamando “compañeros” a los antidisturbios que les abren la cabeza los trabajadores que salen a manifestarse? ¿Cuándo nos daremos cuenta de que los antidisturbios de las manifestaciones son meros perros de presa del poder, cabezas huecas sedientas de violencia y enemigos con quiénes no se puede razonar ni dialogar? ¿Hasta cuándo aguantaremos tanta violencia por parte de un bando sin razón ni causa y armado hasta los dientes y tan poca autodefensa por parte de quienes llevan la razón? ¿Hasta cuándo van a aguantar los trabajadores, los parados, los pensionistas, los estudiantes, los dependientes, los precarios y la gran masa social del país que las armas que deben protegerles estén a las órdenes de los poderes económicos que ellos mismos se encargan de mantener con su trabajo y su miseria? ¿Por qué en este sistema los encargados de poner paz siempre siembran discordia, heridos y desgracia? ¿Por qué hemos aprendido tan poco de la forma de luchar de los mineros? ¿Por qué se criminaliza a los que se defienden de los palos? Es hora de hacer un verdadero frente común para poder enfrentarnos de una vez a todos estos interrogantes y ponerles solución. Va siendo hora de dejar de poner parches y hablar del verdadero problema sin tapujos. Es hora de hablar del capitalismo.
Para su funcionamiento, el capitalismo necesita paro, necesita precariedad y necesita hambre. El capitalismo no sólo no busca la justicia sino que necesita de la injusticia para poder desarrollarse y crecer y por lo tanto, necesita de fuerzas del orden que se encarguen de reprimir las voces perjudicadas que protestan más de la cuenta. En los inevitables momentos de crisis del sistema de producción capitalista, cuando las injusticias se acentúan y afectan a la población con mayor intensidad, estas fuerzas represoras tienen el deber de actuar con más fuerza, de ser más brutales e inmisericordes, mostrando así la verdadera cara tanto de ellas mismas como del sistema en sí. Es entonces cuando el supuesto Estado de derecho pasa a convertirse en un estado policial que comienza a criminalizar cualquier convocación de protesta (por twitter o facebook, por ejemplo) y a tachar, a través de los medios de comunicación supuestamente independientes pero controlados por multinacionales capitalistas, de “antisistemas peligrosos” , “radicales” o hasta “golpistas” a todos aquellos que piden más democracia. Así, para cualquiera que no se deje anestesiar por la televisión y los medios oficiales del régimen, queda en evidencia que el capitalismo no es democrático, que teme a la democracia y que para que la parcela democrática del sistema vaya creciendo, la parcela capitalista debe ir menguando. Y los propietarios de esta segunda parcela son los que concentran el verdadero poder, los que disponen de medios de comunicación y quienes dan las órdenes a los cabezudos de las porras. Usan la violencia para mantener la injusticia y por eso necesitan a idiotas sin cultura ni moral que estén dispuestos a empuñar las porras contra su propio pueblo. El antidisturbio que te pega es como el animal salvaje que te ataca: no piensa, sólo embiste. Y que yo sepa, a un animal salvaje no se le vence con flores ni buenas palabras, hablemos claro de una puta vez. Autodefensa no es violencia, es un deber.
En ocasiones, la única forma de avanzar hacia una verdadera democracia es rompiendo y desobedeciendo las leyes que la limitan y eso no es estar en contra del Estado de Derecho ni mucho menos dar un golpe de Estado, como han dicho los voceros del PP con respecto al 25S. Para que un golpe de Estado sea calificado como tal debe ser dado por parte de algún estamento del Estado (reyes, militares, etc), nada que ver con gente del pueblo llano que pide, precisamente, más democracia. Ante un Gobierno ILEGÍTIMO, ya que ha estafado a la ciudadanía incumpliendo de arriba abajo su programa electoral, lo que se vuelve precisamente LEGÍTIMO es la desobediencia civil y la lucha contra unas leyes a las que ningún voto ha dado aprobación. Y si el poder manda a sus perros, el pueblo debe defenderse.